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2x18 EL NIÑO SIN EL PIJAMA DE RAYAS

Era de día en Chicago, un día laboral normal y corriente. Phoebe se encontraba sentada en el autobús que iba directo a la universidad. En el transporte, iba rodeada de más estudiantes. Ella se encontraba pensativa mirando la preciosa ciudad por la ventana, con cara de sueño y muchas ojeras, no había dormido bien la noche anterior. Se acercó una chica, que se sentó a lado suyo, Amy, compañera de Phoebe en varias clases, no eran amigas pero se llevaban bastante bien.

AMY: Te veo preocupada ¿no has dormido por los exámenes?

Amy tenía el pelo castaño, largo y ondulado y era bastante morena.

PHOEBE: Ah, buenos días Amy, sí... los exámenes me tienen agobiada, a ver si se terminan ya.
AMY: Mira, dentro de 2 días, el viernes, vamos a montar una fiesta en casa de Robert (señaló a uno de los chicos que estaban en la fila final del autobús) vente, y así te olvidas de los exámenes, de los profesores y de todo.
PHOEBE: Pues muchas gracias, seguramente lo haré. Necesito olvidarme de todo por unas horas
AMY: Bueno, si necesitas algo ya sab...

De repente, el autobús empezó a moverse bruscamente de izquierda a derecha, de un lado para otro, cambiando de carril por la carretera, parecía que las ruedas no funcionaban. Los demás coches frenaban y tocaban el claxon. Todos los objetos personales, mochilas, libros, comida estaban cayéndose al suelo.

CONDUCTOR: ¡No sé qué coño pasa! ¡Agarraros bien! ¡Voy a intentar frenar! (se agarró al volante y al freno de mano)

Phoebe en aquel momento sólo sentía miedo y el pánico de todas las personas que estaban en el autobús debido a su empatía.

PHOEBE (se agarró a las barras del autobús): ¡Todo saldrá bien, todo saldrá bien!
CONDUCTOR: ¡Agarraos!

El conductor consiguió frenar, pero no a tiempo, ya que el autobús colisionó contra un supermercado, rompiendo la cristalera, y llegando hasta las estanterías. Al autobús le habían desaparecido los neumáticos.
En la parte alta de un edificio cercano al supermercado, un hombre alto había conseguido que los neumáticos del autobús orbitasen al lado suyo. Ese hombre, era nada más y nada menos que una persona relacionada con Phoebe, su primo mayor, Wyatt.

A varios kilómetros de ahí, Prue y Marvin se encontraban paseando por la Gran Manzana de Nueva York, multitud de gente en una de las zonas más pobladas de la Tierra

PRUE: Es precioso Nueva York, me encantó que ayer fuéramos a ver la Estatua de la Libertad
MARVIN: Es una ciudad interminable y cada día que pasa es distinto y mejor al anterior. (Se quedó en silencio)
PRUE: Me siento mal por no decirles nada a mis sobrinos... yo tenía que ser la cabeza pensante, la que siempre he sido... una proyección astral y decir solamente “estoy bien” no sirve de nada... (se queda mirando a Marvin) ¿Te pasa algo?
MARVIN: ¿No lo oyes? ¡Ven, sígueme! (salió corriendo entre la multitud)
PRUE: ¿Oír el qué? ¡¿Marvin?! ¡¡Espera!! (Le siguió)

Segundos después, Marvin llegó a un callejón y se escondió entre unos contenedores llenos de basura. Delante de ellos estaban dos drogadictos pinchándose.

MARVIN: ¡Mira, Prue!
PRUE: ¡Qué peste! ¿Tenemos que estar al lado de unos contenedores?
MARVIN: ¡Atenta, ahí hay dos tíos, necesitas comer!
PRUE: ¿Comer?... me suena mal (entrecerró los ojos para verlo mejor) ¡Se están drogando, se están pinchando, yo no pienso besar a ninguno de los dos! ¿¡ES QUE ESTÁS LOCO!? ¡Ellos ya tienen bastantes problemas con lo suyo! pobres.
MARVIN: ¿Entonces, qué quieres, dejar en coma a un simple turista japonés que pasaba por aquí?
PRUE: Yo... ¿no hay solución para esto? ¡ESTOY HARTA! ¡ME CUESTA ASIMILARLO! (Los gritos hicieron que los drogadictos salieran corriendo)
MARVIN: ¡Mierda! ¡Hazlo, ahora!
PRUE: ¡No, me niego! ¡Marvin, por favor, no!
MARVIN: ¿Es que quieres verte de nuevo en mal estado? mírate ahora y comparate al principio, no hay color.
PRUE: Me odio, quiero una solución para esto... (Cerró los ojos, se quedó pensativa, suspiró, los volvió a abrir y elevó su brazo haciendo caer a los toxicómanos al suelo. Se acercaron) Lo siento mucho, de verdad...
MARVIN: Les vas a hacer un favor. (Cogió a uno de ellos). Toma Prudence
DROGADICTO: ¡No, por favor, no me hagáis nada! (Prue intentaba besarlo) ¡TENGO DINERO! ¿DROGAS, QUEREIS DROGAS? ¡YO OS LAS DOY! ¡SIN PROBLEMAS, SIN CONFLICTOS, SIN RENCORES!
PRUE: No, no son drogas… Lo siento mucho... (Prue acercó sus labios al chico, pero de repente cayó desmayada al suelo)
MARVIN: ¿Qué? ¡PRUE! (Los dos toxicómanos salieron corriendo)
DROGADICTO: ¡¡TÍO, HAY QUE SALIR DE AQUÍ PERO YA Y NO VOLVER NUNCA!!
DROGADICTO 2: ¡¡NUNCA, NUNCA!!

Prue se encontraba dormida, como si hubiera usado su proyección astral y estuviera transportándose a cualquier zona del mundo.

MARVIN: ¡Prue, despierta, deja atrás a tu proyección astral! (Le empezó a dar unos tortazos) ¡PRUE, PRUE! ¡Mierda, mierda, mierda!

Entonces, el cuerpo dormido de Prue fluctuó entre llamas que iluminaron por pocos segundos ese oscuro callejón. La que fuese la mayor de las hermanas Halliwell había desaparecido sin dejar huella.

MARVIN: ¿¡PRUE!? (Se llevó las manos a la cabeza) ¡¡PRUE!!



Nahia apareció fluctuando en una sala del inframundo, iluminada por varias antorchas, no estaba sola, allí se encontraban dos antiguas afiliadas de La hermandad de las rosas negras, Sasha y Clarissa.

NAHIA: ¿Está ya todo preparado?
CLARISSA: Sí, señora. Queríamos darte las gracias por darnos esta oportunidad. No fallaremos.
SASHA: La Embrujada está a punto de llegar, y he mandado a dos cazarecompensas para que busquen al niño.
NAHIA: Os he estado buscando todos estos días por el inframundo, estabais muy bien escondidas.
SASHA: Corremos mucho peligro si La Fuente de todo Mal nos encuentra. Nunca tuvimos que haber sacado de la cueva a Kendra...
NAHIA: Kendra fue un error, pensasteis que con ella resurgiría el poder de la mujer en el inframundo pero no fue así. Ella sólo quería el poder para sí misma. Pero... por eso os he pedido ayuda. Intentasteis matar a James con la ayuda de Kendra, y casi lo conseguisteis. Y las cosas han cambiado demasiado en estas semanas, James y yo no nos entendemos muy bien... a decir verdad, nunca nos hemos entendido.
CLARISSA: Sí, señora, por eso le doy las gracias nuevamente por esta oportunidad.
NAHIA: Y bien... explicadme mejor vuestro plan, soy toda oídos.

Nahia siguió a las dos demonios hasta una mesa de mármol, rodeada de velas encendidas y libros antiguos

NAHIA: ¿Aquí es?
SASHA: Sí. Estamos a la espera de que el cuerpo dormido de la Embrujada llegué aquí. Una vez que aparezca, le meteré en la boca una cucharada de esta poción (señaló a la caldera más cercana)
NAHIA: ¿Y eso para qué servirá?
SASHA: Para que su astral se proyecte y sea de nuestro bando.
NAHIA: Mmm... Buena idea, tengo entendido que la proyección astral impide ser atacada. Es inmune a los ataques.
SASHA: Sí, señora, así es. Por favor Clarissa sigue moviendo la poción (Clarissa se acercó y movió con la cuchara la caldera)
NAHIA: Entendido, la astral será de nuestro bando ¿pero la original? ¿en cuanto se despierte, qué?
SASHA: Ahí será la cosa más complicada, no la voy a mentir, señora, pero hay bastantes posibilidades de que al despertarse, se haya pasado también a nuestro bando. Aún así, Clarissa y yo recitaremos cada pocos minutos varios hechizos para endemoniarla. Y lo último...
NAHIA: Sí, lo último, lo que más me interesa. ¿¡Dónde está el niño!?
SASHA: Cómo ya le he dicho antes, dos cazarrecompensas han ido a por él, en cuanto lo tengan, vendrán aquí y el niño ya podrá acabar fácilmente con La Fuente.
NAHIA: Siento decirte que no veo bastante trabajado el plan...
SASHA (extrañada): ¿No? ¡El niño tiene uno de los poderes más peligrosos y sorprendentes del mundo mágico! ¡En cuanto lo veas caerás rendida, señora!
NAHIA: Me estás liando Sasha... Y vuelvo a lo mismo de antes ¿Qué necesidad hay de tener a Prudence?
SASHA: El niño, como tal... ¡es un niño!, y está lleno de inseguridades, por eso necesitaremos a Prue, que es todo lo contrario, es por todos sabidos que Prue siempre ha sido la cabeza pensante de la familia. Ella le ayudará en los momentos más difíciles al pequeño y, por supuesto, una astral y una bruja endemoniada serán lo bastante fuertes como para proteger al niño de cualquier ataque. Nadie podrá contra el pequeño, nadie.
NAHIA: Creo que ahora te has explicado mejor...
SASHA: Además, de que, sin el hijo mayor de Piper, ni una de las gemelas de Phoebe, más ahora la pérdida de Prue, los Halliwell se están debilitando. ¡Por no decir lo viejas que están las Embrujadas! La unión les ha hecho la fuerza, y últimamente no están unidos. Así que el niño no será atacado por ninguno de éstos, porque no podrán con él.
NAHIA: Sí, creo que ya lo voy entendiendo todo poco a poco... pero... ¿ya sabes el dicho que una imagen vale más que mil palabras, no?
SASHA: Sí, por eso estoy esperando a que llegue el tan preciado momento.

De repente, en la mesa de mármol una fuerte luz que cegaba los ojos había surgido, la luz estaba creando la forma de un cuerpo.

CLARISSA: ¡Ya llega! ¡Por fin!

La luz se apagó y de ella surgió el cuerpo dormido de Prue, llevaba la misma ropa que minutos antes llevaba puesta en Nueva York.

NAHIA: Veo que ya va surgiendo todo, he tenido momentos en los que pensaba que todo era una patraña
CLARISSA (volvía a repetir nerviosa): ¡Gracias por darnos esta oportunidad, no fallaremos!

Sasha se acercó a la caldera, metió la cuchara, se llenó de la poción y la sacó. Se acercó a donde estaba el cuerpo dormido de Prue, le abrió la boca y tragó todo el líquido.

SASHA: Ya está. Todo está saliendo cómo me lo imaginaba.La proyección astral surgió detrás de Nahia. La mirada de Prue era distinta, era desafiante, peligrosa y desconfiada. Lo primero que hizo fue mirarse a sí misma dormida en la mesa de mármol y preguntó algo extrañada:

PRUE: ¿Dónde estoy?
NAHIA: En tu casa, te estábamos esperando.

Melinda, Chris y Patricia se encontraban en la sala de espera del hospital. Los tres estaban acompañados de Billie Jenkins, que había venido desde San Francisco para visitar a su hija que se encontraba en estado vegetativo. Billie y Chris se encontraban sentados mientras que Patricia y Melinda no paraban de dar vueltas por la sala, con los brazos cruzados.

CHRIS: ¿Qué tal estás, Billie?
BILLIE: Mal, la niña no se despierta y cada vez lo veo todo más difícil. Tu madre y tus tías me han apoyado mucho todos estos meses, pero... por muy feo que suene, estoy perdiendo la esperanza.
CHRIS: No digas eso mujer, ya verás como encontraremos una cura para tu hija
BILLIE: Vengo todos los días al hospital, es una rutina que no me gustaría tener. Antes al menos mi hija estaba siempre bien acompañada, con muchas visitas, pero últimamente no venís mucho...
CHRIS (se quedó entrecortado): Lo sé, lo sé, pero te puedo asegurar que en nuestra familia no corren buenos tiempos...
BILLIE: Ya ni Prue viene desde hace semanas, antes venía siempre que podía... sé que es una carga todo esto, lo admito, pero me duele en el alma ver a mi hija tan sola (Se quedó en silencio y suspiró), pero bueno, ahora hay que pensar en Phoebe.

Los cuatro estaban esperando a que Phoebe saliera de observación, después del accidente de autobús.

PATRICIA: Está tardando mucho ¿¡No le habrá pasado nada, no!?
MELINDA: No te pongas en lo peor, haz el favor. Si sólo habrá tenido unos rasguños...
PATRICIA: No sé, llevamos un tiempo con malas noticias, otra noticia mala sería lo más lógico...
MELINDA: Qué no le ha pasado nada... (Miró su reloj de pulsera)
PATRICIA: Melinda, si tienes que irte a cuidar de la niña, vete, no pasa nada, lo entiendo. Te veo nerviosa.
MELINDA: Ah, no, están en casa Jared y Dag, ellos podrán hacerse cargo.
CHRIS: Oye, que si lo necesitas, te orbito en unos segundos y listo
MELINDA: Chsss ¡qué hay gente, (irónica) dilo más alto!

Justo se escuchó una voz femenina a través de la megafonía del hospital, cuando Phoebe salió de observación con un collarín y una gasa pegada en la sien.

PHOEBE: Hola chicos, no os esperaba a tantos por aquí. Hola señora Jenkins.
PATRICIA (abrazándola): ¡Qué susto me has pegado!
PHOEBE: Estoy bien, estoy bien. Aún así, me duele un poco la cabeza, ya me ha dicho la doctora que he tenido suerte.
MELINDA: ¿Recuerdas algo de lo sucedido?
PHOEBE: Qué va, recuerdo que me desperté a la llegada de la ambulancia. Nada más, estaba hablando con Amy, una compañera de la universidad, y ya está, hasta ahí recuerdo.
CHRIS: Venga, vámonos a casa, que necesitarás reposar.
PHOEBE: Voy a perder clases...
CHRIS: Eso es lo de menos, primero la salud. Además, no eres la única de la universidad que te ha pasado esto, si está el hospital lleno de estudiantes del autobús.
PHOEBE: Pues nada, a reposar... luego no me echéis las culpas de nada ¿eh?, que si no hago esto, y no hago aquello (miró a Melinda).
MELINDA: Ni que yo os sacrificara por el simple hecho de que descanséis... (se acercó a Billie) Billie, nosotros ya nos vamos ¿Te vienes?
BILLIE: No gracias cariño, no. Ahora me iré otra vez con mi hija. Tened cuidado y gracias por todo. Phoebe, recupérate (les dio a cada uno un beso en la mejilla, y después se fueron).

James se encontraba sentado en el trono, y encima de él dándole unos besos, estaba Alice.

JAMES: ¿Estás juguetona hoy, no?
ALICE: Chsss... Calla (le pasó el dedo índice por los labios y siguió bajando)
JAMES: Ahora no...
DEMONIO: ¡¡SEÑOR, SEÑOR!! ¡Tengo noticias!
ALICE: ¡¡MALDITA SEA!!

Un demonio enano, iba cojeando hacia el trono, estaba cansado y hablaba con dificultad.

JAMES: ¿Qué quieres ahora? espero que sea importante
ALICE: ¡¡Enano de mierda, la próxima vez te aplastaré como una hormiga!!
DEMONIO (se protegió con sus manos): Lo siento señora
ALICE: James, como no sea algo importante, déjame matarlo.
JAMES: Calla y déjale hablar
DEMONIO: Gracias señor. Se oyen rumores de que...
ALICE: ¿¡Rumores!? ¿Para eso vienes? ¡Rumores hay todos los días!
DEMONIO: … intentan cazar a un niño muy poderoso que podrá contigo en poco tiempo
ALICE (en tono burlesco): ¿Y ese niño no será Harry Potter, no? (se levantó de encima de James) Mira enano... me has hecho perder el tiempo y...
JAMES: ¿Puedes pararte quieta? ¡¡QUE LE DEJES HABLAR!!
ALICE: Está bien... ¿y por casualidad ese niño no tendrá una cicatriz en forma de rayo y unas gafas?
JAMES: Alice... (Suspiró) por favor.
DEMONIO: No sé señor cómo es el niño, sólo sé eso, de que tiene un gran poder.
JAMES: ¿Un gran poder? ¿No será un Provocador de Fuegos?
DEMONIO: Lo desconozco, señor.
JAMES: Ya... ¿y quién está detrás de todo eso?
DEMONIO: No lo sé, lo he escuchado muy de fondo en el mercadillo demoniaco. Cuando tenga más noticias, le informaré.
JAMES: Gracias por mantenerme en alerta. ¿Cómo te llamas?
DEMONIO: Kilzert, señor, Kilzert.

Uno de los guardianes se movió y le dejó paso a Kilzert para que se marchara.

ALICE: ¿No estarás preocupado?
JAMES: Sospecho que Nahia está detrás de todo esto...
ALICE: Venga... no te preocupes, si es imposible que un niño pueda con la Fuente (le volvió a pasar el dedo índice por los labios) ¿Por dónde lo habíamos dejado?

En algún lugar del inframundo, Nahia daba vueltas por la sala iluminada de velas en donde se encontraba el cuerpo dormido de Prue.

NAHIA: ¿¡Queda mucho para encontrar a ese niño!?
SASHA: Quizás se esté dificultando la búsqueda...
NAHIA: ¿¡Pero al menos se sabrá dónde está ese tan esperado niñato, no!?
CLARISSA: En Chicago
NAHIA: ¡¿En Chicago?! No sé porque no me sorprendo. ¡Tú, Sasha!
SASHA: Dime señora.
NAHIA: Llévame allá donde estén los cazarrecompensas. Me voy a hacer cargo de ese niño, y más tarde me haré cargo de los cazarrecompensas tan patéticos que habéis mandado. ¡Ni que fuera tan difícil encontrar un maldito niñato!
SASHA: ¿Llevarte con ellos? (Se quedó pensativa) Clarissa, ayúdame a encontrar el libro de la Sacerdotisa Nailatnad, que ahí viene un conjuro para transportar
CLARISSA: ¿Seguro que está por aquí?
NAHIA: Alto, alto, alto. ¿Transportar? ¡Puedo fluctuar sin problema alguno!
SASHA: Lo sé Nahia, pero con ese conjuro te llevaremos directamente con los cazarrecompensas.
NAHIA: Pues buscadlo. ¡Y rápido! que a una se le está acabando la paciencia... (Miró a Prue inconsciente) espero que sirvas de ayuda, bruja.

Prue volvió a aparecer en una habitación ya conocida por ella. Un lugar amplio, de paredes blancas y con mucha iluminación natural donde las vistas daban a una playa.

PRUE: ¿Qué hago yo otra vez aquí? ¿Billie?
BILLIE JR: Aquí estoy, en la terraza

Prue traspasó unas blancas cortinas y llegó a la terraza, donde se podía ver aún mejor el mar. Billie JR también se encontraba vestida de blanco y se protegía del sol tapándose con un sombrero blanco.

BILLIE JR: ¡Prue, cuánto tiempo! Ven, siéntate, tenemos mucho de que hablar (se sentó)
PRUE: ¿Me he quedado dormida?
BILLIE JR: Sí, es una larga historia.
PRUE: ¿Pero por qué siempre acabo aquí?
BILLIE JR: Porque nos unen muchas cosas.
PRUE: ¿Es que me vas a decir algo importante? ¿Como aquella vez en la que me diste pistas de cómo acabar con Kendra? (se sentó)
BILLIE JR: Acabar con Kendra no, pero sí con cómo van a acabar contigo si tú no haces nada
PRUE: ¿Otra vez el tema de Marvin y lo del coma?
BILLIE JR: No, eso no. Oye, si quieres café, unas tostadas o algo, pídemelo.
PRUE: No, por favor, ve directa al grano.
BILLIE JR: Bien... Nahia está buscando a un poderoso niño, el cual podrá hacer desaparecer a James sin problemas.
PRUE: Pero eso está bien, un problema menos. Una Fuente menos.
BILLIE JR: Estaría bien si no fuera porque te están usando
PRUE: ¿Me están usando?
BILLIE JR: ¡¡Tengo poco tiempo, pero te quieren convertir en malvada, haz todo lo posible para que así no sea!! ¡Acuérdate! (Empezó a desaparecer y todo se volvió negro)

En la sala, Nahia se había ido ya y sólo quedaban Sasha y Clarissa, con el cuerpo desvanecido de Prue. Sasha le abrió la boca a Prue y le metió una cucharada de una poción.

SASHA: Ya está, cada vez queda menos para que sea de nuestro bando.
CLARISSA: Sasha, no es por pensar mal, y mucho menos de ti, que tienes mucha experiencia en todo esto... pero... ella es una Embrujada.
SASHA: ¿Y? Le hemos prometido a Nahia que Prudence estará de nuestro bando, y así será. Esta poción que acaba de beber va a ayudar mucho en las decisiones que tomará de ahora en adelante esta bruja. (Se quedó en silencio y se acercó al oído) ¡Ay Prudence, no creas que Billie te ayudará a salir de aquí! Tu astral ya está en nuestras manos y sólo quedas tú. El tiempo pasa, y ni tu familia ni Marvin conseguirán encontrarte como ellos antes te conocían.

Pasadas unas horas, en Chicago ya empezaba a anochecer y a nublarse, un fuerte temporal de lluvias estaba llegando a la ciudad. En un pequeño apartamento, una madre joven de origen afroamericano entraba con su pequeño hijo de 6 años. El niño fue directo a la habitación mientras que la madre se quitaba el abrigo y lo dejaba en el perchero de la entrada.

CASSANDRA: Odell, cariño, ponte el pijama mientras te voy haciendo la cena.

La madre se acercó a la habitación del niño, llena de juguetes y con las paredes llenas de colores. Odell cogió dos pijamas de un cajón, uno con rayas y otro sin.

CASSANDRA: Pero cariño, no te pongas los dos pijamas ¡Elige sólo uno!
ODELL: Es que me gustan mucho los dos
CASSANDRA (Miró su reloj): ¿Te lleno la bañera o lo dejamos ya para mañana? se está haciendo tarde. (Cogió el pijama sin rayas) ponte éste, anda.
ODELL: Gracias mami. Prefiero mañana, sí, tengo mucho sueño y quiero ya cenar.
CASSANDRA: Yo estaré en la cocina, pero ponte el pijama, eh? (Le dio un beso en la mejilla y se marchó). Te avisaré en cuanto tengas la cena.
ODELL: Vale mami (se puso el pijama)

Cassandra se dirigió a la cocina, y al entrar, cerró con llave por dentro. Sacó unas velas, y las encendió con el mechero. Se sentó enfrente de las velas y empezó a conjurar.

CASSANDRA: “Anciano de las profundidades de la Tierra, amo de la luna y el sol, te protegeré con toda mi bondad, aquí, dentro de mi circulo, te pido que protejas este espacio...
ODELL: ¡¡¡MAMÁAAAA!!!

Cassandra se sobresaltó y tuvo que dejar el conjuro, su hijo había gritado desde la habitación

CASSANDRA: ¿¡Odell!? ¿Te has vuelto a caer de la cama? (Intentaba recoger todas las velas) ¡Voy a por el botiquín al baño!
ODELL: ¡¡¡MAMÁAAAA!!!

Fue en ese momento, en el que Cassandra se dio cuenta que no era una caída más de su hijo, algo raro estaba pasando, y fue corriendo hacia la habitación de su pequeño.

CASSANDRA: ¡Ya va, cariño, ya va!

Al entrar, vio que una mujer rubia y de vestimenta negra se encontraba en la habitación, y detrás de ella, dos cazarrecompensas. El niño se encontraba en una esquina, sentado y con la cabeza agachada por el miedo.

CASSANDRA: ¿Quién...? (Parpadeó y un lápiz que se encontraba en el suelo fue directo al ojo derecho de Nahia)
NAHIA (cogió con la mano el lápiz): Encantada, soy Nahia, y vengo a por tu hijo, tómatelo como una afirmación.
CASSANDRA: ¡Jamás! (volvió a cerrar los ojos e intentó tirar por los suelos a los demonios)
NAHIA: ¿Esto querías? (Lanzó hacia el pasillo a la madre del niño)
ODELL: ¡A MI MADRE NO LE HAGAS DAÑO!

De repente y sin ningún aviso, una especie de vórtice apareció en el centro de la habitación, tragándose todos los dibujos del niño, sus peluches y las sábanas de la cama. Nahia se sujetó fuertemente a las cortinas y los dos cazarrecompensas no tuvieron tiempo para protegerse, por lo que fueron engullidos en poco tiempo. El vórtice era capaz de intentar tragarse todo lo que estuviera cerca de él salvo su amo, el niño era inmune a su propio poder.

NAHIA: ¡Esto es lo que a mí me gusta!

El niño, cansado, dejó desaparecer el vórtice.

ODELL: ¡MAMÁAA! (Corriendo hacia el pasillo)
NAHIA: ¡Tú te vienes conmigo, niñato! (Lo cogió del pijama y fluctuó)

Todo fue muy rápido, después de ser tirada hacia el pequeño pasillo, Cassandra fue directa de nuevo hacia el dormitorio de su hijo pero ya nadie se encontraba allí, se habían esfumado. Ni su hijo, ni los demonios, ni los dibujos, ni los peluches, todo había desaparecido. La madre, entró en una profunda depresión y se tiró al suelo a llorar, pero se acordó de que en Chicago hay una familia especial que la podría ayudar.

Nahia y el niño aparecieron en el inframundo, en la sala donde Prue estaba dormida.

SASHA: ¡Nahia, por fin!
NAHIA: Aquí está el niño ¡Ya podéis inventaros cualquier poción para que sólo utilice su poder cuando yo lo crea necesario! ¡YA!.
CLARISSA: Sí, señora.
SASHA: Estará hecha lo antes posible.
NAHIA: Y dime criatura... ¿cual es tu nombre?
ODELL (con mucho miedo): No lo sé
SASHA: Intuyo que se llama Odell
NAHIA: Odell, pequeño, conmigo no se juega...
ODELL: ¿¡DONDE ESTÁ MI MAMÁ!? (Se puso a llorar)
NAHIA: Si quieres seguir viendo a tu madre, con vida, hazme un favor... pórtate bien y no utilices tu poder sin mi consentimiento... (Aún así, no se fiaba del pequeño) ¡Sasha, Clarissa, la poción! (Volvió a mirar al pequeño) Mmm... un Provocador de Vórtices... pensaba que era solamente una leyenda.

En la Mansión Halliwell, Melinda preparaba la cena con ayuda de Patricia. Chris se encontraba en la mesa leyendo en el periódico la noticia del accidente de autobús donde Phoebe había sido herida.
CHRIS (leyendo): “Las ruedas del autobús se encontraron en un tejado próximo al supermercado”
PATRICIA: ¿Pues qué alto volaron las ruedas, no? Si me dices que los edificios son pequeños, todavía, pero en Chicago pocos edificios pequeños hay...

Chris y Melinda se miraron.

PATRICIA: ¿Puede que sea...?
CHRIS Y MELINDA: ¿¡WYATT!?
PATRICIA: ¡Claro, orbitó las ruedas! ¿Pero porqué quiso hacer daño a Phoebe?
CHRIS: No creo que quiera hacerle daño a Phoebe, fue una simple casualidad que ella se encontrara en...
PATRICIA: ¿En un autobús de estudiantes? ¡Wyatt sabe perfectamente en qué transporte va Phoebe a la universidad!
MELINDA: Vale, está claro que Wyatt no es tonto ¿Hasta ahí todo claro, no? pero yo al igual que mi hermano dudo de que haga daño porque sí... es complicado, tú no lo entiendes.
PATRICIA: ¿¡QUÉ NO LO ENTIENDO!? ¿ES QUE ACASO NADIE SE ACUERDA DE QUE MI HERMANA ES LA REINA DEL INFRAMUNDO? ¡Mira, si es que va a tener razón Alice y todos pasabais de ella! (Se marchó de la cocina directa a su habitación)

Jared y Dag entraron en la cocina.

JARED: ¿Y qué le pasa a Patty?
MELINDA: Nada... ha visto que no quedaba Ketchup en la nevera y se ha derrumbado. ¿¡Tú qué crees que va a pasar!?
DAG: Yo el otro día en el supermercado me quedé confuso en si elegir ketchup o catsup, entiendo su frustración.
CHRIS: Eh... cambiando de tema...
MELINDA: Sí, sí. ¿Se ha dormido bien Bianca o le ha costado?
JARED: No ha tardado ni cinco segundos en dormirse
DAG: Yo creo que sí le ha costado un poco, porque entre que le cambias el pañal, pones el pijama, la metes en la cuna y la arropas, tardas más de cinco segundos.
JARED: Dag, es una forma de decir que no le ha costado dormirse.
DAG: Ah... estos humanos...
CHRIS: ¿Al final qué va a haber de cena?
MELINDA: ¡Con tanta hambre no sé porque no pones un poco de tu parte y me ayudas! ¿¡O sólo cocinas cuando viene mamá de visita!?

Henry y Esther entraron también en la cocina.

HENRY: ¡Hola familia!
ESTHER: Hola, buenas noches.
DAG: Hola parejita
MELINDA: ¿¡Qué hacéis aquí!? … ¿no vendréis para cenar? ¡No hay comida para todos! ¡Se avisa con antelación!
HENRY: No, si solamente veníamos para haceros una pequeña visita, nada de cenas (Esther le miró), bueno... Esther si quiere cenar... (silencio) La verdad es que los dos tenemos el estómago vacío.
MELINDA: Pues nada oye ¿y qué quieren los señores?
HENRY: Cualquier cosa, si no nos importa. (Él y Esther se sentaron)
MELINDA: ¡Jared, trae la comida del perro! ¡Ay, qué tonta, si no tenemos perro! (Silencio) pero bueno, no pasa nada. A ver, Henry, y te lo digo ya sin ironías ni chorradas, avisad antes, con antelación, por favor. (Congeló a Esther)
HENRY: ¡EH! ¿¡Pero qué haces!?
MELINDA: ¡Y más cuando tenemos una mortal en la familia! que podría vernos luchar aquí con demonios, avisa. (La descongeló) ¿Esther, guapa, qué quieres de cena?
ESTHER (se sobresaltó): Algo suave, que a la hora de cenar no me gusta llenarme mucho.
MELINDA: Tú mandas

Phoebe llegó corriendo, minutos antes se había quedado dormida en el salón.

PHOEBE: ¡Chicos!
MELINDA: Otra más...
PHOEBE: ¡Ah, hola Esther! (Phoebe le hizo un gesto a Melinda para que la congelara)
ESTHER: ¡Hola Pho...! (Se congeló)
HENRY: ¡Eh, estáis abusando de ella!
PHOEBE: ¡Henry, esto es serio!
JARED: Dí, qué te pasa.
PHOEBE: Me he quedado dormida un rato y... he estado en una especie de sueño hablando con Billie ¡la hija!
CHRIS (sorprendido): ¿Otra vez? Billie le dijo a Prue a través de sueños de cómo acabar con Kendra
HENRY: ¿Y qué te ha dicho?
PHOEBE: Ha sido todo muy rápido, de repente estaba en una sala blanca con vistas al mar... se respiraba tranquilidad, pero lo que ella me comunicó no da mucha paz, la verdad.
MELINDA: ¡Dios, cuánto se hace esperar!
PHOEBE: Me ha dicho que Prue está en peligro y que no nos fiemos.
MELINDA: ¿De ella? si dijo que estaba bien...
PHOEBE: No sé cómo he podido comunicarme con ella, pero es así. Quizás tenga algo que ver el golpe del autobús (se tocó la sien) o que mis poderes estén progresando...

De repente, sonó el timbre varias veces, con mucha prisa.

MELINDA: ¿¡Hoy se ha puesto de acuerdo todo el mundo!? ¿Quién será?

Por lo deprisa que llamaba, parecía ser urgente, de hecho, Patricia salió corriendo de su habitación para bajar a la entrada y abrir la puerta. Los demás también salieron de la cocina.

HENRY: No es por nada... pero recuerdo que Esther está congelada en la cocina... le va a dar un yuyu cuando vea que nos hemos ido...
PATRICIA (abriendo la puerta): ¡Rachel!

Rachel y Bobbie entraron en la casa con Cassandra, la madre de Odell, que estaba llorando

RACHEL: ¡Lo siento, se me han olvidado las llaves!
MELINDA: ¿Quien es...? ¡Pasad, pasad!
RACHEL (a Cassandra): Tú tranquila, que todo se solucionará
JARED: Creo que nos hemos perdido toda la película.
BOBBIE: ¡Cómo llueve, nos hemos puesto perdidas!

Cuando ya habían pasado unos minutos, Patricia le trajo a Cassandra una tila. La familia estaba sentada en el sofá y en el suelo.

CASSANDRA: Os conozco porque trabajo en la Herboristería y sé que sois brujas (miró a los chicos) y brujos.
RACHEL: Me ha reconocido como una de sus clientas por la calle, y me ha pedido ayuda.
MELINDA: ¿Qué ayuda exactamente? (Venía de congelar nuevamente a Esther en la cocina)
HENRY: ¿No se quedará tonta ni tendrá efectos secundarios, no?
MELINDA: No... Vamos, no creo.
BOBBIE: Cassandra, se lo tienes que decir, Rachel y su familia te ayudaran.
CASSANDRA: Unos demonios han raptado a mi hijo, de 6 años, se llama Odell (cogió una foto de su bolso) Es éste, esta foto me la hice con él y con su padre días antes de que él muriera.
HENRY: ¿El niño?
CHRIS (susurró): El padre del niño, su marido. ¿No ves que al niño lo acaban de secuestrar?
CASSANDRA: Mi novio, es que no estábamos casados, murió hace unos meses tras atacarnos unos demonios. Buscaban al niño, pero siempre pensé que mis encantamientos protectores servían, veo que me equivoqué... (Agachó la cabeza)
JARED: ¿Y por qué buscan al pequeño?
CASSANDRA: Es un Provocador de Vórtices, muy pocos brujos han podido tener ese poder, muchos pensaban que era una simple leyenda. Lo único que el niño no sabía nada, porque solamente de bebé, recién nacido, usaba sus poderes. Después empezó a crecer y dejó de usarlos, él mismo no sabe que es un ser mágico.
PATRICIA: ¿Y quienes lo han raptado?
CASSANDRA: Reconocí a los cazarrecompensas, no es la primera vez que los veo, pero con ellos estaba una mujer rubia, parecía su líder. (Bebió de la tila)
PATRICIA (se llevó las manos a la cara): ¡Alice!
RACHEL: ¿Recuerdas su cara? ¿Era como la de ella? (señaló a Patricia)
CASSANDRA: No, no, era mayor que vosotros. (Patricia suspiró aliviada)
CHRIS: ¿Nahia, puede ser?
CASSANDRA: ¡Sí, esa! Me dijo que se llamaba así.
MELINDA: Lo mejor es que descanses, te aseguro que mañana todos nosotros te estaremos ayudando, pero para ello hay que descansar. Ahora te traigo mantas y duerme aq... (Rectificó) ¡Patricia, acompaña a Cassandra a una habitación cualquiera!

Patricia subió las escaleras con Cassandra, que seguía llorando. Al mismo tiempo, Bobbie, Rachel y Phoebe se quedaron solas en el salón, ya que los demás habían salido corriendo hacia la cocina.

BOBBIE (extrañada): ¿Pero qué les pasa?
RACHEL: Mejor no preguntes... y mejor no saberlo
HENRY (se le oye desde la cocina): ¡Menos mal que sigue congelada!
RACHEL: ¿Ves? mejor no saberlo.
PHOEBE (explicándolo): Es que está la novia de tu hermano en la cocina.
RACHEL: ¿Esther? pues parece que por fin mi hermano está madurando. ¿Cuánto llevan ya juntos? ¿Más de un mes, no?
BOBBIE (mirando a Phoebe): ¿Y a ti que te ha pasado en la cabeza?
PHOEBE: Pff... Es una larga historia.

Al día siguiente, con la tormenta lejos de la ciudad, lucía un sol radiante aunque las temperaturas no eran todavía muy veraniegas. A primera hora de la mañana, cuando los comercios todavía estaban abriendo, James y Alice se encontraban en el garaje de un centro comercial repleto de coches vacíos. Alice estaba aburrida sentada en uno de ellos.

ALICE: ¿Va a tardar mucho en llegar?
JAMES: No... El demonio me dijo que estaría aquí sobre estas horas

Una figura femenina apareció fluctuando en el largo y luminoso garaje.

NAHIA: Buenos días. ¡Vaya, me sorprende verte acompañado por la rubia oxigenada! Y me sorprende aún más que me hagas caso y vengas a la hora en la que te dije. Sobre todo, por esos rumores que corren por el inframundo de que yo quiero cortarte la cabeza...
JAMES: Sabes perfectamente que no tengo miedo de nada, y por más que lo intentes, no me vas a quitar el trono, ni tú ni las lesbianas adoradoras de la rosa.
NAHIA: Noto miedo y rencor en tus palabras... sabes que está llegando tu fin y no podrás hacer nada... posiblemente, serás de las Fuentes que menos han durado en el cargo, (miró a Alice) ¿no te da pena? serás la viuda más famosa del inframundo. (Alice respondió con una cara de asco)
JAMES: ¿Por qué me has traído aquí? Aparte de intentar matarme, recalco intentar.
NAHIA: Siempre me ha gustado la tranquilidad que emana en los garajes a primera hora de la mañana, con poca gente o ninguna... hay un peligro mínimo de que un mortal te descubra. Odell, cariño, ven aquí
ALICE: ¿Se ha comprado un perro y nos lo quiere mostrar? ¡No está bien de la cabeza, te lo dije James!

Detrás de Nahia salió un pequeño niño afroamericano en pijama, tenía bastante miedo.

JAMES: ¿¡Ese es el niño!? ¡Alice, trae el extintor que lo voy a apagar!
NAHIA: Como siempre, equivocado. Si crees que es un Provocador de Fuegos, andas muy lejos de saber la verdad.
ALICE: ¿Y qué poderes tiene?
NAHIA: A ti te lo voy a decir... James, si quieres saber qué poderes tienes, solamente tienes que atacar.
JAMES: Eh... (Se quedó pensativo)…
NAHIA: Tranquilo, no puedes meterte en su mente, está todo pensado (sonrió levemente). Venga, demuestra lo que eres ¡Demuestra que sirves para ser una Fuente!

James elevó su brazo y un rayo se dirigió hacia el niño, el cual en pocos segundos se asustó, cerró los ojos e hizo aparecer un vórtice que tragó el rayo en una milésima de segundo.

ALICE: ¿¡Qué es eso!? ¡JAMES! (Se agarró a un retrovisor)
JAMES (Se agarró a la pierna izquierda de ella): ¡Un provocador de vórtices! ¡Pensaba que era solamente una leyenda! ¡¡¿Y COMO ES POSIBLE QUE TÚ NO TE MUEVAS?!!
NAHIA: Me he hecho inmune (Volvió a sonreír lentamente) Odell, aguanta.
ODELL: ¡Quiero irme con mi mamá!

Todos los coches cercanos se iban arrimando poco a poco hacía el vórtice, se iban acumulando uno encima de otro arrastrados por la gravedad que ejercía el vórtice. Metros más lejos, Henry se encontraba conduciendo su coche y estaba acompañada de su hermana Rachel, buscaban un hueco en donde aparcar.

RACHEL (buscaba en su bolso): ¡Ya tengo la lista de la compra! ¡Venga, vamos!
HENRY: Sí... espérate a que encuentre sitio. ¿¡Cómo es posible que haya tantos coches aparcados a primera hora de la mañana!
RACHEL: Era mejor orbitar y no traer este trasto.
HENRY: Primero, esto es un favor que le hago a Mel para que esté en casa cuidando de la niña y así no perder tiempo comprando, y segundo... Esther y yo nos quedamos ayer a dormir en la Mansión ¿Cómo quieres que orbite delante de una mortal?
RACHEL (sacó su cabeza por la ventanilla): ¡Mira, ahí hay sitio! ¡Y bastante sitio, muy amplio!

Un poco lejos, vieron una zona bastante extensa dónde aparcar. En cuanto se acercaron más, se dieron cuenta que no era lo que parecía; coches amontonados y siendo tragados por el poder de Odell.

RACHEL: ¿¡Pero qué...!?
HENRY: ¿Esa no es Alice? ¡Y James, y Nahia!
RACHEL: ¡Y el pequeño ese sin duda debe de ser el hijo de Cassandra! ¡¡DA MARCHA ATRAS!! Ya iremos a por el niño cuando acabe el vórtice.

Henry intentó ir marcha atrás pero la gravedad del vórtice ya se había apoderado del coche

HENRY: ¡¡NO VA, NO VA!! ¡Estoy quemando rueda a lo tonto! ¿Y si orbito?
RACHEL: ¡No, no lo intentes! Siendo una órbita eres muy frágil... (Se quedó pensativa) ¡Intenta llegar al pilar ese de ahí a la de tres!
HENRY: ¿Y tú?
RACHEL: ¡Yo tengo otro pilar a mi derecha! (se quitó el cinturón de seguridad) ¡A la de una, a la de dos, y a la de tres! (Abrió la puerta y salió corriendo hacia el pilar más cercano que tenía. Henry hizo lo mismo) ¿¡ESTÁS BIEN!?
HENRY: Sí (Miró cómo el coche se dirigía hacía el vórtice) ¡¡MI COCHE!!

Alice y James seguían en la misma posición, y en el mismo coche, no tenían ningún pilar cerca dónde protegerse.

ALICE: ¡¿Qué coño hacen mis primos ahí?! ¡¿NO ESTARÁN ALIADOS CON NAHIA?!
JAMES: ¡¡MALDITO NIÑATO!! ¡NAHIA, TE LAMENTARÁS DE TODO ESTO!!
NAHIA: Os queda poco tiempo para que os trague y no seáis nada...
ALICE: ¡James, el retrovisor no va a aguantar mucho, lo mejor es que fluctúes hacía el trono!
JAMES: ¡¡JAMÁS, NO ME DOY POR VENCIDO!! ¡ADEMÁS, AL FLUCTUAR PUEDE QUE NOS TRAGE AL VACÍO!
ALICE: ¡¡HABRÁ QUE INTENTARLO!! ¡¡QUÉ LO HAGAS, JODER!!
JAMES: ¡¡NO QUIERO HUIR COMO UN COBARDE!!
ALICE: ¡¡POR FAVOR!!
JAMES: ¡ESTÁ BIEN! ¡NAHIA, ESTO NO QUEDARÁ AQUÍ, VETE DESPIDIENDOTE DE VERTE MAÑANA CON VIDA! (Ambos fluctuaron)
NAHIA: Cobarde... Odell, para. (El niño eliminó su vórtice. Aún quedaron muchos coches amontonados)
ODELL: ¡Quiero ir con mi mamá!
NAHIA: La próxima vez haz un vórtice más poderoso, y cuando lo hagas, te llevaré con tu madre.
HENRY: *¡Extintor!* (El artefacto le golpeó en la cabeza a Nahia, cayendo al suelo)
RACHEL: ¡Rápido Henry!
NAHIA: ¿Quién? (Se puso de pie) ¡Me tenía que haber imaginado que estabais por aquí desde el principio!
HENRY: *¡Niño!*
RACHEL: ¡Odell! ¡Se llama Odell!

El niño orbitó hacia los brazos de Henry

ODELL: ¡¡SOCORRO!! ¡¡MAMÁAAA!!
RACHEL: ¡Tranquilo, tranquilo!
NAHIA: ¡¡ESE NIÑO ES MÍO!! (Elevó su brazo y una ráfaga de fuego se dirigió hacia los Halliwell)
RACHEL: Henry, ¡orbita!
HENRY: ¿Pero y el coche? ?¿¡Qué hago con el coche!?
RACHEL: ¡¡HENRY!! (Orbitaron los tres)

NAHIA: Se lo han llevado... pero por suerte no está todo perdido... (Volvió a sonreír, fluctuó y llegó al Inframundo)
CLARISSA: ¡Tienes una herida en la cabeza! ¿te la curamos? ¿¡Y el niño!?
SASHA: ¿¡Lo has perdido!? ¡Nahia, con lo que costó encontrarlo!
NAHIA: Me lo han robado... pero sé cómo conseguirlo. (Miró a Prue) es su turno ¡DESPERTADLA!

Henry orbitó en el baño del primer piso.

HENRY: ¿Estáis bien?
ODELL: ¡¡Quiero irme con mi mamá!! ¡¡MAMÁAAAA!!
RACHEL: ¿Por qué has orbitado hasta aquí?
HENRY: ¡Que no quiero que nos vea Esther utilizando mis poderes!
Los tres salieron del baño y se dirigieron a la sala. En la sala se encontraba Cassandra, la madre del niño y el resto de la familia.

RACHEL: ¡Todo solucionado!
CASSANDRA: ¡¡ODELL!! ¡¡CARIÑO!! (Fue a por él y lo cogió en brazos) ¡¿Estás bien?! ¡No te volveré a dejar sólo!
ODELL: ¡¡Mamá!!
CASSANDRA (entre lágrimas): … No sé cómo agradeceros todo esto
MELINDA (con Bianca en brazos): Nah... No te preocupes
BOBBIE (le dio un beso en la boca a Rachel) ¡Si es que sabía que lo conseguirías!
ODELL: Mamá ¡Una chica muy mala me pedía hacer cosas malas! ¡Y salía una especie de bola que tragaba todo!
CASSANDRA: Nunca le he dicho a mi hijo que es brujo... siempre he querido que tuviera una vida normal.
PATRICIA: Una vida normal... cuánto añoro eso.
CHRIS: Cassandra, si quieres una vida normal, puedes permitírtelo. La respuesta está en tu interior.
MELINDA: Y bueno, ¿cómo habéis encontrado al niño?
HENRY: Simple casualidad, ¡Buscábamos un sitio donde aparcar y todo fue muy rápido!
MELINDA: Alto... ¡Alto! ¿¡Lo habéis encontrado en el garaje del centro comercial!?
HENRY: Sí.
MELINDA: ¡Estos demonios están locos!
CHRIS: Igual todo es parte de un plan, y quizás Nahia sabía que estabais buscando al niño.
RACHEL: Pero no tiene sentido Chris. En esta casa somos bastantes brujos contra una demonio, muy poderosa sí, pero a lo que me refiero, la unión hace el poder, y si sólo está ella contra nosotros... ¡No, no creo que sea tan tonta!
CASSANDRA: Perdonad... ¿pero no tendréis ropa de niño, verdad? Odell lleva con el pijama bastante tiempo y me gustaría cambiarle.
MELINDA: Mmm... Ropa actual como que no. Acompáñame al ático, a ver si encuentro algo de mis primos, o de Henry (le entregó Bianca a Jared).

Al mismo tiempo que Melinda, Cassandra y Odell subían las escaleras, Esther las bajaba completamente tapada por una toalla y vio a toda la familia unida

ESTHER: Vaya, qué vergüenza... perdonad... pero... le cuesta llegar el agua caliente al piso de arriba.
MELINDA: Jared, tú sabes de esas cosas, ¿no?
JARED: Bueno, no soy un manitas, pero algo se puede intentar
ESTHER: Esperad... (Miró a Henry y se sorprendió) ¿Qué haces aquí? ¿No te habías ido con tu hermana a comprar con el coche?
PHOEBE: ¡¿Anda, y el coche?! ¡Es verdad!
RACHEL: Nos... Nos han robado, sí, ¡ay qué disgusto!
HENRY: ¡Sí, sí, qué disgusto, no quería separarme del coche pero...!
ESTHER: ¡Pero nene! ¿¡Y cómo no has podido defenderte!? ¡qué eres policia!
MELINDA (la congeló): ¡Hace muchas preguntas! ¡Henry, te dejo tiempo para pensar una excusa mejor! No, no me des las gracias
HENRY: ¿Es cosa mía o te está gustando congelarla cada dos por tres?
MELINDA (No contestó): ¡Venga Cassandra, acompáñame al ático, es por aquí! (siguieron subiendo)

Alice y James se encontraban en el inframundo, él sentado en el trono y ella encima del respaldo.

ALICE: Qué aburrimiento, pensaba que ser la reina del inframundo sería más divertido... seguro que mi madre se lo pasó mejor.
JAMES: ¡Calla!
ALICE: ¿Todavía piensas en ese niño? No te alteres, ya lo mataremos, tranquilo.
JAMES: A quien hay que matar es a Nahia... el niño puede ser un pieza clave en mi mandato.
ALICE: Sólo te advierto que a mí los niños se me dan muy mal.

Uno de los guardianes de la Fuente se movió y dejó paso a una joven oráculo que llevaba consigo una pequeña bola de cristal.

JAMES: Y bien... ¿has visto algo?
ORÁCULO: Sí, mi señor. Ha sido robado el niño por dos brujos Halliwell y ya se encuentran
todos juntos en la casa. ¿Atacará?
JAMES: No, yo no. Voy a dejar que disfrute de esa lucha un viejo amigo... muchas gracias, puede marcharse (La oráculo se marchó) ¡Wyatt!
ALICE (sorprendida) ¿¡VAS A LLAMAR A MI PRIMO, TÚ ESTÁS MAL O QUÉ!?
JAMES: Tranquila

Wyatt orbitó, tenía un aspecto desmejorado, triste y con la mirada perdida

WYATT: ¿Ya podrás resucitarme a Allyson?
ALICE: Qué pintas de loco, si es que nadie se salva de mi… esa familia.
JAMES: No, aún no, pero no desesperes. Resucitar a alguien cuesta trabajo. Tienes una misión, ¡ah, y olvídate de causar accidentes sin ningún motivo! El accidente de autobús no me ha hecho gracia, tú estate atento a lo que yo te diga, no a nada más.
WYATT: Claro... ¿y qué misión es?
JAMES: Tráeme al niño con vida.
WYATT (confuso): ¿Qué niño?

Era la hora de comer en la Mansión Halliwell, y el comedor estaba repleto. Al estar Esther entre ellos, las conversaciones sobre la magia eran inexistentes

CASSANDRA: Muchas gracias a todos, de verdad (partiéndole la carne a su hijo)
MELINDA: Nada, nada, invita la casa. No hay muchas cosas, es lo que tiene ser tanta gente en casa, pero bueno, la intención es lo que cuenta
ODELL: ¡Está muy rico!
BOBBIE: Gracias, lo he preparado yo. Me han dejado tocar la vitrocerámica, al menos.
PHOEBE: Y bueno Cassandra... ¿tienes pensado qué hacer con el niño? (Intentando que Esther no escuchará nada raro)
HENRY: ¡O no, no vaya a ser que cree un vórtice aquí mismo! (Se cambió de sitio) cuánto más lejos, mejor.
RACHEL: Henry, no seas crío, ¡que está tu novia!...
ESTHER: ¿Henry, vórtice, qué dices?
HENRY: ¿Vórtice? … ah, un juego infantil, nada, era para sacarle una sonrisilla al niño.
CASSANDRA: Estoy yo con él, si no es atacado o no se asusta, no hay de que preocuparse.
DAG: Creo que Esther está muy confusa (Todos miraron a Melinda)
ESTHER: Bueno, la verdad es que... (Se congeló)
MELINDA: Voy a tener que empezar a cobrar por usar mis servicios...
DAG: Así mejor.
PATRICIA: Mel, descongélala, se me ha ocurrido una pequeña idea
HENRY: No la hagáis nada malo, ¡que os conozco!
MELINDA (descongelándola): ¡Ya está!
ESTHER: …Un poco confusa sí que estoy
PHOEBE: Eso es normal, te has enamorado de Henry, las primeras semanas cuesta asimilarlo. Tú tranquila, que yo os veo futuro.
PATRICIA: ¡Ay, se me ha olvidado comprar cereales! ¡Y seguramente que al niño le harán falta!
CASSANDRA (siguiendo el rollo): Sí, sí ¡sin cereales no es persona!
PATRICIA: Esther ¿te importaría ir a por cereales ahora?
ESTHER: Pero... ¿no habían ido antes Henry y su hermana a comprar?
PATRICIA: Sí, pero con lo del coche robado, se les ha olvidado
RACHEL: Sí, sí, olvidado.
BOBBIE: El otro día se le olvidó cerrar el grifo y la bañera se desbordó
RACHEL: Pff, sí, qué día aquel. Llevo unos días bastante despistada.
ESTHER: ¿Y no puede ir otra persona?
PATRICIA: Es que nuestras labores del hogar van por calendarios, y lo de los cereales nadie se hace cargo, entonces para no tener problemas, que se haga cargo alguien ajeno a la familia.
ESTHER: Pero Henry ya no vive con vosotros, así que no estará en el calendario
PATRICIA (Volvió a repetir): ...Alguien ajeno a la familia.
ESTHER: Ah... claro. Y Cassandra no puede porque está al cargo del niño. Entendido. Espero no tardar nada. ¿El supermercado es el que está a 4 manzanas de aquí, no? Ahora vuelvo (le dio un beso a Henry) ¿Y el dinero?
PATRICIA (cogió su bolso): Toma. (Esther se fue) ¡Por fin, cómo se hace de rogar!
CASSANDRA: ¿Ya podemos hablar sin problemas, no?

5 minutos después, sonó el timbre y fue a abrir Henry

HENRY: ¡Qué pronto vuelve de las compras!
Al abrir, se encontró con Prue

HENRY: ¡Prue, qué sorpresa!
PRUE: Henry (le abrazó) ¿Dónde están los demás?
HENRY: ¿Dónde estabas?
PRUE: Me he tomado unas semanas sabáticas, tanto demonio me tenía estresada.
HENRY: ¡Chicos, es Prue!

Todos se sorprendieron al verla, pero sí, era ella, la misma Prudence Halliwell de siempre. Aunque Phoebe recordó las palabras que le transmitió en sueños Billie JR; Prue se encuentra en peligro y que no hay que fiarse.

PHOEBE (susurrando): No hay qué fiarse...
PRUE: Chicos, tengo el taxi fuera esperando ¿alguien me ayuda con las maletas? vuelvo a instalarme.
MELINDA: ¿Maletas? ¡Un momento! No me creo nada ¿Mi madre en qué sitio tuvo una quemadura con forma de gafas de sol cuándo era pequeña?
PRUE: En la mano derecha, que quería hacer café para ayudar a la abuela y al final hubo que llevarla al hospital. ¿¡Cuándo te ha comentado a tí eso!?
MELINDA: Bueno... está bien ¡es ella! ¡Falsa alarma!
PRUE (viendo a Cassandra y Odell): ¿Y esos quienes son? Encantada.
PATRICIA: Unos amigos.
CHRIS: Venga, sentémonos todos que estábamos comiendo.
DAG: Bienvenida de nuevo Prue (abrazó a la bruja y se quedó pálido) Tú... tú no...
JARED: ¿Te pasa algo, Dag?
PRUE: No le deis más vueltas, vamos Dag. Henry, coge las maletas del taxi, gracias.
HENRY: ¡Claro!

Dag empezó a sospechar algo y se quedó mirando a Phoebe

PHOEBE: ¿Tú piensas lo mismo que yo?
DAG: No lo sé, si tú piensas que esa no es tu verdadera tía, entonces sí, pensamos lo mismo. Si estás pensando en que esa ropa que lleva es de la temporada pasada, entonces yo ahí no me meto.
PHOEBE: Pasas mucho tiempo con Melinda en casa... y sí, esa no es Prue. Quiero decir, es Prue pero a la vez no es ella. Yo ya me explico. Hay que tener 4 ojos con ella.

La comida siguió adelante, media hora después, estaban recogiendo la mesa. Odell se fue al salón para ver la tele acompañada de su madre. Phoebe y Dag se quedaron en la mesa viendo a Prue, que a su vez ésta no paraba de vigilar al niño. El resto, se encontraba en la cocina haciendo otras labores del hogar. Esther todavía no había llegado del supermercado.

PRUE: Qué mono es ese niño.
PHOEBE: Sí, muy simpático.
DAG: Prue ¿es que de repente te suena el reloj biológico?
PRUE: ¿Acaso sabes lo que es eso? Pues hombre... lógicamente, sí.
PHOEBE: Pues yo no quiero niños... para que luego nazcan con poderes raros y me arruinen la vida. (Volvió a repetir y miró a Prue), poderes raros.
PRUE: ¿Te pasa algo? ¡¿y esa herida en la cabeza?!
PHOEBE: Una larga historia...
DAG: Tengo que llevar mi cubiert... plato a la cocina, ahora vuelvo. ¡Phoebe, ayúdame, que soy muy patoso!

De camino a la cocina

DAG: No creo que sea mala, solamente está mirando al niño
PHOEBE: ¿Se te ha olvidado ya la sensación de frío que has sentido cuándo la has abrazado? ¡Billie me dijo que corría peligro y que no nos fiáramos! ¡Blanco y en botella! Venga, a recoger rápido que no podemos permitirnos dejar de vigilarla.

Por otra parte, en el salón, Odell empezó a tener ganas de orinar, veía la tele con su madre, tumbados en el sofá, abrazados.

ODELL: Mamá, me hago chis
CASSANDRA: Aguanta (se levantó y miró a Prue) Prue, ¿dónde está el baño de la primera planta?
PRUE (se levantó): ¿No se aguanta el niño? Odell, ven conmigo, sígueme.
CASSANDRA: Vamos nene, ve con Prue
ODELL (preocupado): Mamá...
CASSANDRA: Nene, no seas tonto. Los Halliwell no son malos.

Odell aceptó el comentario de su madre y siguió a Prue hasta el baño más cercano... Phoebe y Dag volvieron de la cocina y lo vieron todo.

PRUE: Sí el baño está aquí, al lado mismo del salón, tampoco estaba tan lejos. Pasa Odell (intentó cogerlo del cuello)
PHOEBE: ¡¡EH TÚ!! ¡TE PILLÉ CON LAS MANOS EN LA MASA! (De su mano salió un pequeño rayo que fue hacia Prue, pero lo esquivó con su telekinesis)
CASSANDRA: ¿Pero qué pasa aquí?
PHOEBE: ¡ESA NO ES PRUE!
DAG: ¡VEIS, NO ES ELLA!

Prue tiró por los aires a los tres, del golpe, los demás salieron de la cocina estrepitosamente.

MELINDA: ¡MIERDA! ¡NO LE PUEDO HACER DAÑO A PRUE, NO ME ATREVO!
HENRY: *¡Odell!* (orbitó al lado suyo)
PRUE: ¡Serás cabrón!
HENRY: *¡Prue!* (Le orbitó hasta una pared que la destruyó entera)
MELINDA: ¡NO PUEDO PARALIZARLA!
PATRICIA: ¡A ver si hay suerte! (Sacudió su mano y una ráfaga de fuego se dirigió hacia su tía, que esquivó sin dificultad)

Dag y Cassandra se levantaron y se protegieron con los demás, sin embargo, Phoebe se quedó inconsciente tras el golpe.

PATRICIA: ¡Phoebe! (la cogió entre brazos) ¡No responde, se ha quedado inconsciente!
BOBBIE (Se quedó pensativa): Necesito ayuda... (Las macetas más cercanas a Prue empezaron a crecer y se enrollaron en su cuerpo)
PRUE: MALDITA SEA ¡ZORRA!
JARED: ¡Ya está, ya queda menos!
RACHEL: ¡Gracias Bobbie! (la besó en la boca)

Mientras Chris intentaba despertar a Phoebe, la proyección astral de Prue apareció.

MELINDA: Oh, oh...
PRUE ASTRAL: Buenas tardes (elevó el brazo y todos salieron volando hacia la mesa, rompiéndola en el acto. Al ver a Prue original, rompió las plantas y la sacó)
PRUE: Gracias, te debo una.
CHRIS: ¿¡¡DESDE CUANDO LA PROYECCIÓN ASTRAL DE PRUE PUEDE USAR TELEKINESIS!!? ¡Hay que ir a por el Libro de Las Sombras!
MELINDA: ¿Qué? ¡Si es nuestra tía! No quiero matarla
CHRIS: Yo tampoco... ¿pero se te ocurre otra idea mejor?. Además, seguramente sea un demonio haciéndose pasar por ella. La verdadera Prue estará pasando de nosotros como lleva haciéndolo desde hace semanas.
MELINDA: Chris, es ella, lo sé. Sabe cosas que únicamente sabrá la verdadera. Alguien la ha endemoniado y hay que hacer que regrese nuestra Prue, la verdadera.

Cassandra y Odell intentaron huir, presas del pánico, por el salón y llegar a la salida de la Mansión, pero las dos Prue las acorralaron.

CASSANDRA: Llevadme a mí, pero no a mi hijo. ¡Os lo suplico!

De repente, una fuerte brisa surgió en el salón, Odell había comenzado nuevamente a usar su poder del vórtice. Prevenidos, tanto las dos Prues como Cassandra se agarraron de las puertas más cercanas que tenían. El vórtice en poco tiempo se tragó todos los libros de la estantería, a la vez que a la estantería la hizo tirar al suelo, mientras los sofás chirriaban mientras se acercaban al agujero. La manipulación gravitacional también había llegado al comedor, pero con menos fuerza, donde estaban los demás encima de la mesa rota por el ataque de la astral de Prue.

ODELL: ¡Me duele la cabeza!
MELINDA (en el comedor): ¿Estáis bien? ¡Sujetaos con fuerza! ¡Dios, los muebles, todos al vórtice, con lo que costaron!
PRUE (en el salón): ¡Agh! ¡No aguanto más! (cerró los ojos e hizo resbalar al pequeño. Al desconcentrarse, el vórtice desapareció)
CHRIS (en el comedor): Ya pasó todo... (Miró a Phoebe)
PATRICIA: ¡Sigue inconsciente, hay que hacer algo!
HENRY: Rachel, Bobbie, ayudad a Patricia, Phoebe no responde
CHRIS: A ver, Henry, Rachel, Bobbie y Jared, distraed a las dos Prue mientras que Melinda sube arriba a por el Libro de las Sombras. Yo intentaré orbitar aquí a la madre y al pequeño... Y Patricia intenta despertar a Phoebe...
DAG: ¿Y yo?
CHRIS: Tú... luego nos ayudas a recoger todo esto.
DAG: ¡Vale, entendido!
Entre unas órbitas llegó Wyatt, lo que hizo que ninguna persona hiciera caso al plan de Chris.

MELINDA: ¿Wyatt?
WYATT: Hola... creo que tengo un pedido aquí... ¿¡Dónde está el niño!?
PRUE: ¡El niño es mío!
PRUE ASTRAL: ¡Nuestro!
CHRIS (orbitando al pequeño y a su madre): Equivocados... no es de nadie.
CASSANDRA: ¡Muchas gracias! (Le abrazó)

Wyatt, en vez de intentar hacerse con el niño, se quedó con los ojos clavados en Prue, la original. Fue tal su odio que le lanzó un cuchillo que esquivó con facilidad

PRUE: ¡¿QUÉ MOSCA TE HA PICADO?!
WYATT: ¡¡TÚ TIENES LA CULPA DE TODO!! (La tiró al suelo con la telekinesis y se acercó a ella)
PRUE: ¡¡¿DE QUÉ HABLAS?!!
WYATT: ¡¡TÚ LA QUERÍAS MUERTA DESDE EL PRINCIPIO!!
PRUE (intentándose tranquilizar): ¿Qué...?
WYATT: ¡¡TÚ LA ODIABAS POR EL SIMPLE HECHO DE HABER SIDO UNA DEMONIO!!

HENRY: Uy... se están complicando las cosas.

PRUE: ¡TRANQUILO WYATT, TRANQUILO!
WYATT: ¡¡¿CÓMO QUIERES QUE ESTÉ TRANQUILO?!! (Le dio un puñetazo)

Prue cayó al suelo, también inconsciente como Phoebe. La proyección astral de Prue desapareció.

MELINDA: ¡WYATT, ESTÁS LOCO! (Pese a poner en peligro su vida, se acercó a Prue) ¡Prue, Prue! ¡ELLA NO TIENE LA CULPA DE NADA!
WYATT: ¡SÍ, SÍ TIENE CULPA. APARTE DE ODIAR A ALISON, NO DEBERÍA DE HABER TENIDO UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD!
MELINDA: ¿Qué...?
WYATT: ¡¡ALISON TENÍA MÁS DERECHO A RESUCITAR ANTES QUE LA PETARDA ESA!! (Miró a Rachel) ¡O HELEN! ¡AMBAS MERECÍAN RESUCITAR, Y NO ESTA TÍA QUE LLEVABA MÁS DE 30 AÑOS SIENDO COMIDA DE GUSANOS!
MELINDA (llorando): No... No hablas tú. Wyatt, necesitas ayuda, ven, todo se solucionará. (Le hizo un gesto para que se acercara, él lo hizo, pero el abrazo duró menos de un segundo porque orbitó)... Se fue, se ha vuelto a ir... estaré en mi cuarto, sola...
JARED: Melinda... yo...
MELINDA: Sola...

Prue se encontraba en el apartamento de paredes blanca de Billie JR. A diferencia de otras veces, se encontraba en el baño, curándose la nariz, lugar donde le dio el puñetazo su sobrino, ambas se miraban al espejo.

BILLIE JR: ¿Estás bien?
PRUE: Sí, sí...
BILLIE JR: ¿Has escuchado bien, no? Debes de ser fuerte y dejar que no te controlen Nahia y sus aliadas. Por favor, por tu familia, por Marvin, por todos.
PRUE: Fui muy dura con Alison aquella vez en la cocina... (Prue empieza a recordar dentro de su propio sueño)ALISON: ¿Te he hecho algo que te ha podido sentar mal y no me he enterado?
PRUE: Sí
ALISON (sorprendida): ¿Sí?
PRUE: Eres un demonio (Dijo muy tajante)
ALISON: Bueno... sí, ¡no! perdí mis poderes, perdí mis características demoníacas. Si antes no podía hacer daño a nadie, siendo demonio, ahora humana aún menos, ni a una mosca.
PRUE (más seria aún): Menuda excusa... los demonios mentís muy bien. Y mira, seas o no demonio, humana, lo que tú quieras, el tiempo pone a cada uno en su lugar

BILLIE JR: Tienes toda una vida para volver a tener una buena relación con tu sobrino. Tú no pierdas la esperanza.
PRUE: Claro... es tan fácil decirlo... además, por si no fuera poco, me tienen rencor. Yo vivo una segunda oportunidad ¿pero porqué no Helen y Alison? ¡¿POR QUÉ VIVO UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD ALIMENTÁNDOME DE LA GENTE?! Vivo para matar...
BILLIE JR: Sabes qué no matas...
Sonó la puerta del baño y se escuchó una voz femenina pidiendo entrar

BILLIE JR: Sí, sí, tranquila, puedes pasar.
PHOEBE: Hola Billie, hola Prue... ¿Y ese golpe?
PRUE: Tu primo Wyatt... (Suspiró) Eh... Phoebe...
PHOEBE: Dime ¿volverás a casa?
PRUE: No... No está el horno para bollos... y menos ahora. Sólo quiero deciros que os quiero, y que no me esperéis en mucho tiempo. Cuida de tu familia y sigue sacando esas buenas notas en la universidad...
BILLIE JR: Prue, estás haciendo mal, no te puedes ir.
PHOEBE: ¿Qué, pero a donde te vas? Mejor dicho ¿dónde has estado todas estas semanas?
PRUE: Adiós (abrazó a su sobrina mientras el sueño iba desapareciendo)

Prue despertó en el suelo del callejón de Nueva York donde horas antes se había desmayado.

PRUE: ¿Cómo he vuelto aquí? (abrió su bolso y llamó por teléfono) ¿Marvin, Marvin? ¡¿Qué donde estaba?! Si yo te contará... Está todo bien... todo ha vuelto a la normalidad ¿estás en casa, no? ahora voy para allá... (Colgó y suspiró).

Por su parte, Phoebe despertó en el comedor, le dolía mucho la cabeza.

PHOEBE: ...Prue ha vuelto a ser la que era, pero se ha ido no sé donde, pero se ha ido, esa es la cuestión, y en mucho tiempo no volverá.
MELINDA: No te ha dicho dónde... qué desastre, y qué desastre de casa. Qué pocas cosas han quedado en pie. Ni el retrato de la bisabuela.
ODELL (triste): Lo... lo siento mucho, en serio señora Halliwell.
MELINDA: Ah... tranquilo, tú no tienes la culpa.
CASSANDRA: ¿Podemos hacer algo por vosotros? nos habéis salvado la vida.

Llegó Esther con la bolsa del supermercado con la caja de cereales dentro. La puerta de la entrada se había caído por la fuerza del vórtice

ESTHER: ¿Pero qué ha pasado aquí?
HENRY: Un terremoto...
MELINDA (se acercó y la congeló): Henry, piénsate otra buena excusa, te doy tiempo.
HENRY: Esto es peor que ir detrás de demonios...

En el inframundo, James, sentado en el trono, gritaba muy enfadado a Wyatt. Alice miraba la escena como si de una película de comedia se tratase.

JAMES: ¡¡TE DIJE CLARAMENTE “TRÁEME AL NIÑO”!! ¡¿ERES CHINO O QUÉ?!
WYATT (sin mirarlo a los ojos): Lo siento, de verdad, la próxima vez no ocurrirá.
JAMES: ¡Olvídate de próximas veces porque no habrá! (Alice aplaudió muy contenta)

Al día siguiente, todos se encontraban en la cocina. Odell y Cassandra iban a beberse una poción para olvidar completamente sus poderes, ser mortales.

MELINDA: ¿Pero estás segura?
CASSANDRA: Segurísima, nunca lo he estado tanto. Me he dado de baja hasta en la Herboristería, no quiero saber nada de magia en muuucho tiempo.
ODELL: Yo no quiero hacer más daño.
CASSANDRA: ¿Con esta poción los demonios nos dejarán de perseguir, verdad?
CHRIS: Por supuesto, además, siempre podréis venir aquí a hacernos una visita, para eso estamos los amigos
CASSANDRA (sorprendida): ¿Amigos?
TODOS: Amigos
RACHEL: Henry no ha podido estar aquí porque Esther quería estar en su casa, pero os manda recuerdos.
CASSANDRA: La pobre bastante ha tenido con creerse las malas excusas de Henry... (Ella y su hijo cogieron los vasos) pues nada... buen provecho (se bebió la poción).
ODELL: Buagh, qué mal sabe.
CASSANDRA: Nene, intenta hacer un vórtice, esfuérzate.
MELINDA: ¡¡Por favor que funcione!!
JARED: Funcionará, está hecho por ti.
MELINDA: Ay... en realidad lo ha hecho Patricia
JARED: ...Funcionará
PATRICIA: ¡Ey, has dudado!.
ODELL: Mamá, no puedo
RACHEL: Ufff, que alivio
BOBBIE (se río): Menos mal.
DAG: Pfff, qué pastelada, todos felices...
CASSANDRA: Ah, lo último y me voy, que el taxi nos está esperando. (Abrió su bolso y sacó un sobre), debido a los imperfectos que ha causado mi pequeñín, y por habernos salvado la vida, aquí tenéis bastante dinero, sacado de mi banco. No lo he contado pero os da para compraros varias mesas, cuadros, sofás, hasta un televisor. Sé que podría ser mucho más pero bueno...
MELINDA: No, no, no. No lo acepto.
CASSANDRA: Hazlo, que allí adonde voy no necesitaré tanto dinero.
CHRIS: Ya lo cojo yo, anda...
CASSANDRA (riéndose): Gracias.
MELINDA: Chris, pero si lo iba a coger de todos modos, lo único que es bonito hacerse de rogar... le da interés a la conversación.

Se oyó el claxon de un taxi desde lejos

CASSANDRA: Chicos, me marcho ya, que el taxista se me va a enfadar. Odell, diles adiós a los Halliwell.
ODELL: ¡Adiós y muchas gracias!

Los Halliwell siguieron a la madre y al niño hasta la entrada, ahí se despidieron entre gestos, y Chris, con su telekinesis, cerró la puerta.


Escrito por LQSA_Recio

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