JARED: ¡¡Oh, no!! ¡Mierda, mierda, mierda!
Él se levantó, nervioso y buscó entre los escombros a su mujer, por suerte, Melinda se hallaba cerca de él. Con lágrimas en los ojos, trató de despertarla, la besó con todas sus ganas, la acarició e incluso la abofeteó para que despertara, pero sin éxito. Estaba muerta. Aunque le costó tomar la iniciativa, dejó el frío cuerpo de su mujer en el suelo, donde estaba antes, y fue a buscar al resto de su familia. Sólo una persona de las que buscaba técnicamente estaba muerta pero podría ayudarle, Owen, el luz blanca de la familia. En su búsqueda por el desastroso primer piso, encontró los cuerpos sin vida de Eleanor, Chris y Patricia.
JARED: ¡¡Owen, Owen!!
Entre unas sillas y más escombros, el brujo por fin descubrio a Owen, quien estaba siendo abrazado por su novia Phoebe. Jared intentó despertar a Phoebe, que como el resto, estaba muerta. Su decisión era la de despertar a Owen, inconsciente, y tras varios puñetazos y bofetadas, consiguió despertarse, tosiendo con mucha fuerza.
OWEN: ¿Qué...? (Dijo con un aspecto demacrado, lleno de quemaduras)
JARED: Mejor no preguntes. ¿Cómo puede ser que perdieras el conocimiento, si después de todo, estás muerto?
OWEN: Mejor tampoco preguntes... (vio a Phoebe) ¡Oh, no! (se entristeció)
JARED: Está muerta... no pretendas sanarla, todos los intentos serán en vano.
OWEN: ¿Cómo es posible que tú... estés vivo? ¿Cómo has podido sobrevivir? ¿Acaso eres inmortal? (dijo irónico, y Jared, serio, asintió). ¿No es coña?
JARED: No hay tiempo para explicártelo todo. No ahora, no es el momento. ¡Escucha, ayúdame a encontrar El Libro de Las Sombras!
OWEN: ¿Pretendes viajar al pasado y arreglar esto?
JARED: ¡Claro, no me pienso quedar de brazos cruzados!
OWEN: Recuerdo que Chris lo orbitó a sus brazos. No andará muy lejos.
JARED: ¡Con lo bien que nos vendría ahora la telekinesis orbitacional para llamar al libro!
Los dos se acercaron al cadáver de Chris, quien fue el último en tener el tan ansiado libro, y a partir de allí, los dos no pararon en la búsqueda.
JARED: ¡¡Oh, se está oscureciendo, así es imposible encontrarlo!!
OWEN: Los luces blancas tenemos soluciones para todo (alzó sus manos, accionando su poder de fotokinesis, capacidad de manipular las luces, y levitaron, encima de ellos dos, unos potentes destellos azules)
JARED: Muchas gracias. Debemos darnos prisa antes de que algún mortal se entere. El infierno se desataría si descubrieran el secreto de la familia Halliwell...
OWEN: ¡Jared, Jared, lo he encontrado! (con sus manos apartó unos pequeños escombros) ¡Maldito libro, cuánto pesa! (se acercó a la portada y sopló, estaba lleno de cenizas)
JARED: ¡¡Bien, bien!! (dijo acercándose) Antes en la Escuela de Magia he visto cómo hay una página para viajar al pasado, nos vendría muy bien.
Jared cogió el libro y lo dejó en una silla que no había sido destrozada por los brutales demonios. Él empezó a mirar las hojas, pero no encontraba nada
OWEN: ¿Y bien?
JARED: Nada, parece como si el libro se hubiera olvidado de nosotros... (pasó una hoja, se quedó pensativo) ¡¡Juraría que aquí se encontraba el hechizo de “Para viajar al pasado”!!
OWEN: Si no estoy equivocado, el libro fue escrito por brujas menos poderosas que la familia Halliwell actual ¿no?
JARED: Sí. ¿Qué quieres decir con todo esto?
OWEN: Quizás no sea elemental ni prioritario viajar unos minutos atrás en el pasado para arreglar esto.
JARED: No... ¿Entonces cómo se va a arreglar esto? ¡No hay poder suficiente para resucitarlos a todos! (comenzó a perder los nervios) ¡¡Sabía que esto era una locura!!
OWEN: Me quieren decir algo... (miró al cielo mientras en su cabeza sonaban campanadas, después asintió)... ¿Jared?...
JARED: Díme (se encontraba algo frustrado) ¿Has encontrado una manera?
OWEN: ¿Tú no eres poseedor de conceder deseos y crear ilusiones?
JARED: Sí... (dijo algo dolido), pero no quiero usarlo. Siempre que lo uso es peor el remedio que la enfermedad... ¿Por qué te crees que aún no tengo en mis brazos a Bianca? Sería muy fácil que quisiera “tener a mi hija conmigo”, pero las represalias luego serían peores.
De fondo se escuchaban las sirenas de policía, y cómo éstas se acercaban junto a ambulancias y un camión de bomberos.
OWEN: No hay otro remedio. Si la policía llega y ve esto, todo el bien que ha hecho la familia Halliwell en casi 40 años se desplomaría.
JARED: Está bien... (resopló)... Concede tu deseo...
OWEN: Viajar 15 minutos atrás en el pasado, lo mínimo para que los Halliwell tengan tiempo de escapar o de defenderse de las tropas de James. Lo mínimo para que estén informados de la venganza del Ejército.
JARED: ¿Y cómo podremos saberlo, o intuirlo?
OWEN: Phoebe tiene la respuesta. Confío en que será capaz de averiguar, de intuir, que todo eso ya lo ha vivido. Demos gracias a sus poderes precognitivos.
JARED: ¡HECHO!
Una brigada de policías, aporreó la puerta de la entrada y con violencia, entraron en la casa.
AGENTE: ¡¡POLICIAAAAAA, POLICIAAAAAA!!
CHRIS: Ésto está hecha una pocilga. ¡A ponerse manos a la obra! (Cogió unas escobas)
ELEANOR: ¿Tenéis siempre así la casa? Creo que os saldría rentable tener una asistenta las 24 horas del día (bromeó)
PHOEBE JR: Lo que más me molesta de todo, es que tengo que estudiar y pierdo mi tiempo salvando el mundo. Para que luego digan los profesores que no hago cosas productivas, ¡jah! (se quedó dubitativa)
PATRICIA: Pero si tú no estudias... y menos cuando está Owen. Las paredes de esta casa no son ningún búnker.
PHOEBE JR: Pues estudio, aunque tú no te lo creas (dijo riéndose, para quedarse un rato pensativa)
OWEN: Realmente lo intenta, pero es una vaga. (Miró a su novia) ¿Qué, qué te pasa?
PHOEBE JR: No sé... he sentido como que esto ya lo he vivido... Una especie de escalofrío...
TODOS: ¿Qué?
MELINDA: Gente... siento no ayudaros, pero voy a descansar, voy a hacer caso a mi madre. Voy a descansar para coger fuerzas y conseguir a mi niña... (suspiró, cabizbaja y se dirigió a las escaleras)
JARED: Cariño, voy contigo (apresuró el paso y la abrazó, subieron juntos)
PHOEBE JR: ¡¡NO, MEL, JARED, POR FAVOR, ACERCAROS!! ¡¡ESTÁN A PUNTO DE ATACARNOS EL EJERCITO DE JAMES!! ¡¡CHRIS, HAZME CASO, ORBITA LOS CRISTALES, PARA PROTEGERNOS!!
Justo cuando Chris orbitó los cristales, y todos pudieron protegerse, multitud de demonios guardianes que minutos antes habían intentado acceder a la Escuela de Magia entraron por la puerta principal.
GUARDIAS: ¡¡VENGANZAAAAAAAAAA!! ¡HAN MATADO AL SEÑOOOOOOOOOR!
MELINDA: ¿¡Algún plan!?
PATRICIA: ¡Wow, Phoebe! ¿Cómo has sabido todo eso?
PHOEBE JR: Creo que ha habido un salto en el tiempo... y mi instinto me dice que ha sido gracias a Jared (lo miró) ¿Qué has hecho?
ELEANOR (interrumpiendo): ¿Estos cristales van a aguantar mucho?
CHRIS: No hay otro remedio.
JARED (respondiendo a Phoebe): Pues no recuerdo nada
PHOEBE JR (cerró los ojos e intentó recordar): Creo que Eleanor moría...
ELEANOR: ¿¡QUÉ!? (se asustó aún más)
PHOEBE JR: En definitiva... moríamos todos.
MELINDA: ¿Jared también? (asintió su prima) ¡Ya lo entiendo! ¡Jared, eres inmortal, te despertarte, nos vistes a todos muertos y luego pudiste solucionarlo! ¿No lo recuerdas?
JARED: Creo que sí... Owen me estuvo ayudando, él técnicamente ya está muerto
OWEN: Pues o nos quedamos en un bucle constante de morir todos y Jared nos vuelve al pasado para revivir, o hacemos algo ya.
PATRICIA: Sí. ¿Y qué hacemos? Si una vez fallamos, podremos fallar otra.
CHRIS: Busquemos un hechizo mientras dure la protección de los cristales *Libro de las Sombras, a mí*
JARED: Chicos, procurad no hacer mucho ruido.
MELINDA: ¿Qué, por qué?
JARED: Estoy recordándolo todo... justo antes de conceder el deseo y viajar atrás en el tiempo, la policia entró en casa.
MELINDA: ¿ Policía? ¿Conceder deseos? ¿Has viajado en el tiempo con tu poder de los deseos y no te ha hecho falta el libro?
JARED: Sí ¿qué tiene de malo?
MELINDA: ¡Nada, nada! (abrazó a su marido) ¡Quiero que me concedas...!
JARED: No, Mel. No (se mostró tajante). Ha salido bien una vez, no creo que volvamos a tener la misma suerte si me concedes el deseo de encontrar a Bianca. No me fio de mis poderes.
GUARDIA: ¡Unámonos y acabemos con los Halliwell! ¡Apuntad a las piedras, hay que desintegrarlas!
Multitud de ráfagas, bolas y dárdos de fuego, plasma o energía no cesaban en romper la protección de los cristales, los chicos debían de hacer algo rápido, o de nuevo estarían acabados.
OWEN: ¡Mel, ¿no puedes paralizarlos?!
MELINDA: ¡¡Son muchos, son demasiados!! (hizo su particular gesto con las manos) ¡Y son demasiado poderosos! ¡¡Tampoco puedo esfumarlos!!
PHOEBE JR: ¿Por qué me miráis todos a mí? (se sintió avergonzada cuando todos la ojeaban) ¡¡Estoy muy cansada, yo no tengo los años de experiencia de mi madre para canalizar o mejorar poderes ajenos!! ¡Pensáis que soy una superheroína y soy una simple estudiante! (frustrada)
PATRICIA: Phoebs, ¿seguro que no puedes?
PHOEBE JR: No, no me veo capaz. Además, necesito un poco de silencio y de tranquilidad, algo que no hay ahora mismo en esta casa.
ELEANOR: ¡¡Las piedras se están desquebrajando!! (dijo temorosa, abrazándose a Owen, obtuviendo una mirada asesina de Phoebe) Perdón... perdón (se alejó).
JARED: ¡Pues hay que hacer algo si no queremos acabar asados al horno!
CHRIS: ¡¡SUJETÁOS BIEN!!
Chris elevó sus brazos, y de las palmas de sus manos salió una gigantesca onda calorífica que destruyó por completo a todos los demonios, pero por desgracia, ese poder tan avanzado, fue demoledor para el primer piso de la casa. Chris, derrumbado, se sentó en el suelo.
PHOEBE JR: ¡Ha sido alucinante!
ELEANOR: No... no tengo palabras.
PATRICIA: ¿Pero ese poder no lo tenía únicamente Wyatt?
MELINDA: ¡Por favor Patty, estás hablando con el hijo de una Embrujada y un Anciano, mi hermano es una caja de sorpresas! (le besó, pero luego se preocupó) ¿Estás bien?
CHRIS: Sí... sí... lo único que agota demasiado este poder...
JARED: Es mejor que descanses un rato. Nosotros seguiremos con la limpieza de la casa... (irónico) si es que a esto se le puede llamar como tal.
OWEN: ¿No habrá más represalias, no? ¿No vendrán más locos por aquí?
PHOEBE JR: No. Ya podremos recoger y limpiar toda esta pocilga sin problema alguno.
OWEN: No. Va a ser que no. Lo siento cariño, pero me llaman mis jefes (la besó y orbitó)
PHOEBE JR: ¡¡GRRR!! ¡Qué manía más fea la de orbitar cuando nos estamos besando!
PATRICIA: Se te acabó el chollo, bonita. (abrazó con mucho cariño a su hermana)
En la otra parte de la ciudad, en una de las amplias salas del juzgado, Henry se encontraba a la derecha, esposado y rodeado de varios policías junto a su abogado Wyatt. Detrás, en los bancos, se encontraban Piper, Phoebe, Paige, Rachel y Bobbie.
AGENTE: ¡En pie! (Todos se levantaron) La Corte abre la sesión, el honorable juez Ronald Wislow la preside. Por favor, siéntense (todos volvieron a acomodarse).
WYATT (susurrándole): Henry, todo va a salir bien.
HENRY: Ya... (irónico)
SECRETARIO: Número C7 99 22 00. El Estado de Illinois contra Henry Mitchell Mathews, cargo de homicidio en primer grado hacia Esther Sandford
ABOGADA (presentándose): Christine Hedworth, abogada de la familia de Esther Sandford.
WYATT (presentándose): Wyatt Matthew Halliwell, abogado de oficio por la defensa.
JUEZ: ¿Cómo se declara el acusado?
WYATT: Inocente, señoría.
JUEZ: Señora Hedworth ¿algo qué decir?
ABOGADA: Me apoyo en el informe del arresto y testimonios de los testigos
En los banquillos, Phoebe Halliwell miraba insólita las escenas. Piper y Paige percibieron que algo le preocupaba a su hermana.
PIPER: ¿Estás bien, Phoebs?
PHOEBE: Sí... solo que se me hacen todo esto muy familiar
PAIGE: Bueno, tengo entendido que conociste a Cole en los juzgados de San Francisco. ¿No?. Quizás te traigan buenos recuerdos...
PHOEBE: ¡Oh, Paige, no digas burradas, eso es agua pasada! Siento como que esto ya lo hubiera vivido.
RACHEL: ¿Pasa algo, mamá?
WYATT (de fondo): Bien, me parece que es inhumano creer que mi cliente es el artífice de la muerte de su novia, cuando el forense analizó el traumatismo que le causó la muerte a la chica y determinó que el culpable debía ser una mujer de aproximadamente su misma estatura. (En tono irónico) Queda claro que mi cliente es un hombre de complexión fuerte, y más alta que la víctima.
PHOEBE: Nada, nada... seré yo que mi cabeza está como un bombo. Es mejor que sigamos atentas.
JUEZ (respondiendo a Wyatt): Tomo nota.
ABOGADA: ¡DISCREPO, SEÑORÍA!
JUEZ: ¿Algo que corrobore su opinión, señora Hedworth?
ABOGADA: Llegaron a mi mano un documento que deja claro que la víctima fue asesinada por su cliente, señor Halliwell
WYATT: ¡¡Eso es una falsificación!!
JUEZ: Allí tiene la televisión, veámoslo.
La abogada sacó se acercó a la televisión, la encendió y dio al botón de reproducción. Todos los presentes observaron atentamente a la pantalla, en la que se veía el parque donde Esther murió. Esther apareció de repente corriendo y asustada, y Henry la empujaba al suelo y comenzaba a agredirla hasta la muerte.
RACHEL Y PAIGE: ¡¡ESO NO ES VERDAD!!
JUEZ: Chsss, ¡ORDEEEEN! (Dio un martillazo) Queda claro que no hacen falta más pruebas para demostrar que Henry Mitchell es responsable de la muerte de su novia. Queda declarado... culp...
PHOEBE: ¡¡PIPER PARALIZALOS!!
PIPER: ¡¿QUÉ?! (miró a su hermana, quien estaba muy segura) ¡Está bien! (congeló todo el recinto)
RACHEL (cerró los ojos y recitó muy nerviosa): “Me arriesgo a lo imposible...” (notó como una mano se posaba en su hombro, era su tía Phoebe)
PHOEBE: Rachel, no hace falta.
PAIGE: ¿Puede alguien explicarnos qué está pasando?
BOBBIE: Aquí otra que tampoco se entera de nada...
Henry y Wyatt, pasmados, se giraron para ver a sus madres, todo el aula estaba congelado, y en ambos, en el futuro culpable y en su abogado, los nervios estaban a flor de piel
WYATT: ¡¿Pero estáis locas?! ¡MAMÁ!
HENRY: ¿Es que acaso queréis matarme?
PHOEBE: A ver, chicos, ¡dejadme hablar, dejadme deferderme! No sé cómo, pero mi instinto me decía que ese juez no es de fiar. Yo creo que aquí ha habido un viaje en el tiempo, noto algo raro en el ambiente, intuyo que mis poderes precognitivos me intentaban avisar de algo.
BOBBIE: ¿De algo, qué algo?
JUEZ: ¡De mi! ¡Y de ellos! (señaló al secretario, a la abogada y a la gente que estaba en las gradas)
PIPER: Oh, oh...
El juez desde su mano disparó una bola azul aerokinética, pero que Piper, asustada, consiguió romper con su poder antes de llegar a ellas.
RACHEL: ¿¡Cómo es posible que tengan poderes!?
JUEZ: Deberías saberlo, y tú la primera... El Proyecto Náyade...
HENRY: ¡¡¿ME PUEDE DECIR ALGUIEN QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?!!
PAIGE: ¡¡*Bancos, al juez, aprisionadle*!!
Multitud de bancos que se encontraban en las gradas desaparecieron entre órbitas para presionar violentamente contra el juez
PIPER: ¡¡Venga, venga, venga!! ¡A casa ya!
Paige orbitó a sus hermanas, a su hija y a la novia de ésta hasta la mansión Halliwell de Chicago, Wyatt y Henry, aún sorprendidos, hicieron lo mismo. Los siete aparecieron en el salón, donde el resto de la gente se hallaba limpiando la casa.
HENRY: ¿Me puede decir alguien qué ha pasado? *Esposas* fuera de mi (Se extiró como nunca) ¡Qué gusto no tener esposas, cuánto echaba de menos la libertad!
PATRICIA: ¿Qué hacéis aquí? ¡¡Aaaaaaaaaaaaaah, Henry, te han liberado!! (dejó la escoba y se abrazó a su primo)
HENRY: No exactamente.
PAIGE: Creo que no habrá problemas con Henry... el vídeo falso donde salía él matando a Esther ha orbitado hasta un volcán... ¡Yo no he sido! (irónica). Ya no hay ninguna prueba creíble para que acabes culpable.
PHOEBE (miró al reloj): Uuuuuuy, las 21:10... llevamos todo el santo día en Chicago, cuando nuestras vidas y maridos están en San Francisco. ¿Paige, haces el favor? (besó a distancia a sus hijas)
PIPER: Chicos, descansad. ¡No me canso de decíroslo! ¡¡Mañana que Wyatt o Chris traigan aquí a Leo y os ayude a restaurar el piso, pero ahora descansad!!
MELINDA: ¡Pero mamá, aún no está Bianca con nosotros, yo no puedo dormir!
PIPER: Descansa. ¿Hacemos una cosa, vale? Atiende. Descansa (se río otra vez por repetir tanto esa palabra), mañana será un nuevo día y tendrás más fuerzas, yo vendré aquí a ayudarte, de eso no te preocupes. Pero ahora tu única misión es... (se pensó un sinónimo) reposar y coger fuerzas. (La besó)
PAIGE: Hasta cuando sea necesaria nuestra ayuda, chicos. Sed buenos. Buenas noches (Y las tres orbitaron)
PHOEBE JR: ¡¡Lo que se inventan para no echarnos una mano con la casa!! ¡Cansadas dicen, yo sí que estoy cansada, que debería de estudiar, y no me canso de repetirlo, pierdo mi tiempo salvando el mundo!
CHRIS: Bueno, pues volvemos a estar todos juntos.
MELINDA: No todos. Cuando Bianca, Alice y Prue entren por esa puerta, entonces, sí.
Hubo un incómodo silencio en la sala, y todos se preguntaban lo mismo; ¿dónde estaba Bianca? ¿qué sería ahora de Alice en el psiquiátrico? Y Prue ¿había muerto o simplemente desapareció?. Entonces, el primo mayor, decidió romper el silencio.
WYATT: Venga, las chicas podéis iros a dormir, ya nos quedamos los hombres intentando arreglar este estropicio...
BOBBIE: Mmmm... qué mal ha sonado eso (sonrió) ¿Nos vamos a dormir, Rachel?
RACHEL: Sí. Buenas noches, en especial a ti, Henry (se acercó y lo besó en la nuca)
HENRY (susurrando): Gracias Rachel, gracias por todo.
PHOEBE JR: Buenas noches.
MELINDA: Buenas noches.
ELEANOR: Un momento ¿yo dónde duermo? (Dijo la inexperta bruja, que había pasado inadvertida los últimos minutos)
MELINDA: No creo que le importe a Jared que duermas en su sitio de la cama, venga, vamos.
ELEANOR: Ah, vale, si no es modestia...
JARED: Dormid mucho, chicas.
Las cinco mujeres subieron las escaleras, y los hombres comenzaron a limpiar los escombros y a arreglar como podían, las paredes. Ya que era de noche y carecían de luz artificial en la primera planta, Chris y Wyatt usaron su Fotokinesis para crear unas nubes de luces. Por su parte Henry lo intentó, pero aún era demasiado novato para ese formidable poder de luz blanca.
Alice se encontraba en una habitación blanca y acolchada, iluminada por una lampara de techo, estaba furiosa, su padre sin su consentimiento la había ingresado en un psiquiátrico, ella misma aceptaba que quería tener una mejor relación con su familia, pero permanecer en un psiquiátrico no era el camino adecuado, al menos, eso pensaba ella. Su primera noche allí fue dura, por suerte no la pusieron una camisa de fuerza, por que dentro de su temperamental actitud, no había atacado a ningún enfermero.
ALICE: ¡¡Cómo se les ocurre hacerme esto!! ¡Yo no estoy loca! (le dio una patada a una de las patas de la cama)
Acto seguido, sonaron dos toques en la puerta de su habitación y una enfermera de mediana edad, entró.
ENFERMERA: ¿Alice? Hora de cenar.
ALICE: ¿No me traéis aquí la comida?
ENFERMERA: No... (sonrío levemente). A los que mentalmente estáis mejor, os dejamos salir de vuestras habitaciones más a menudo. Lo hacemos para que vuestra instancia aquí no sea lo más dolorosa y claustrofóbica posible.
ALICE: Ya... sólo espero que mi instancia aquí dure lo menos posible.
ENFERMERA: Para ello tendrás que poner de tu parte. Venga (miró su reloj de pulsera) tienes media hora para cenar. Acompáñame.
A los dos minutos andando por un amplio pasillo con ventanales, llegó a una sala aún más amplia, llena de ventanales que le recordaban al invernadero de la Mansión Halliwell. El lugar estaba repleto de mesas anchas y largas donde los pacientes se sentaban para comer.
ALICE: Madre mía... En qué he acabado... ¿Y yo dónde ceno, dónde me siento?
ENFERMERA: Aquí, aquí mismo. ¡Pero antes tienes que dirigirte a la cocina y...!
ALICE: Sí, ya me sé la historia. Esto es como el instituto.
Alice se dirigió a donde las cocineras daban la comida, una larga lista de pacientes , cogió una bandeja y esperó a que su turno llegase. Tras unos pocos minutos, una cocinera mayor y pequeñita le preguntó qué quería de cenar
COCINERA: Uy, qué mona ¿Qué quieres cenar?
ALICE: Cualquier cosa que no tengáis aquí (dijo con asco)
COCINERA: Venga, pure de patata (le echó en la bandeja), brócoli y un yogur natural
ALICE: ¿Y los utensilios serán de plástico, no? Faltaría más... (irónica). ¿Gracias? (preguntó dudosa y se fue)
Fue hasta la mesa donde la enfermera le propuso sentarse, pero su sitio ya estaba cogido, así que se fue hasta el final del amplio comedor, y se sentó enfrente de una paciente, una mujer que rondaría los cuarenta años, pelo oscuro y largo, y unos ojos completamente verdes.
ALICE (analizando la comida): ¿Puré de patata? ¡Yo esto no lo comía desde que era una fan de Justin Bieber! (se sintió molesta al ver que la mujer de enfrente no paraba de mirarla) ¿Qué, tengo dos bocas y tres ojos?
Alice se sorprendió al ver a aquella mujer de cuarenta años, la resultaba familiar, muy familiar, como si la hubiera visto antes, pero no recordaba dónde. Se sintió mal consigo misma y rectificó
ALICE: Ah... perdóname, mujer. Yo... (miró cabizbaja)
PACIENTE: No... si la culpa es mía. Tu cara me sonaba familiar, nada... locuras de una mujer.
ALICE: A mi me pasaba lo mismo... ¿Nos conocemos?
PACIENTE: No creo. (Hubo un pequeño silencio incómodo que la hija de Phoebe intentó terminar)
ALICE: ¡Bueno, me presento, me llamo Alice!. Y no sé muy bien por qué estoy aquí.
PACIENTE: Yo me llamo Phyllis. Y bueno, tengo asumido ya que no saldré nunca de estas cuatro paredes.
ALICE: ¿Por qué? Yo tengo claro que mi presencia aquí va a ser mínima. Haré todo lo posible para salir aquí cuanto antes. No me considero una loca... (susurró), perdón, no quería decir eso.
PACIENTE: Estoy acostumbrada a que se me catalogue como tal. ¿Me preguntas por qué? Llevo ingresada en un psiquiátrico desde los 18 años. Y tengo 38. Si no estaba ingresada aquí, lo estaba ingresada allá, toda la vida igual.
ALICE: ¿Crees en los mal de ojos?
PACIENTE: No, ¿por? ¿tú crees en la brujería?
ALICE: No, no. ¡No!. Todo cuentos chinos.
ENFERMERA: ¡El tiempo para la cena acabó! (avisó)
ALICE: ¿Ya, tan pronto?
PACIENTE: Sí, tan pronto. Tienes que llegar de las primeras si quieres comer sin prisas.
ALICE: Ya, entendido. Un placer conocerla, Phyllis.
PACIENTE: El placer es mío, ya nos encontraremos más a menudo por aquí. (Cogió su bandeja, se levantó de la silla y se fue)
Minutos más tarde, Alice se dirigió a su habitación, pero antes, en el pasillo, se encontró con la sorpresa de que aquella extraña mujer, dormía en la habitación de al lado suyo, a su derecha.
ALICE: Vaya. ¿Somos vecinas?
PACIENTE: Sí. Por lo que veo, sí.
ALICE: Buenas noches. (Ambas entraron a sus respectivas habitaciones, y las enfermeras cerraron las puertas con llave)
En una amplia cueva del Inframundo, iluminada por antorchas ancladas en las paredes que subían hasta el infinito techo, estaban reunidos varios demonios encapuchados sentados en unas gradas. La amplia estancia recordaba a un parlamento, gradas y más gradas llenas de encapuchados, y en el centro, un libro oscuro, el Grimoire, un gran libro marrón en cuya portada estaba incrustado un símbolo demoníaco de una estrella de cinco puntas invertidas. Delante de aquel libro, un demonio sacerdote muy anciano, casi encapuchado, comenzó a hablar. En aquel oscuro lugar se discutían problemas importantes y se tomaban decisiones.
SACERDOTE: Tiempos diferentes empiezan a llegar a las profundidades de la Tierra, a nuestro hogar, a nuestro Inframundo. Debemos aceptar que el Mal ha vuelto a pronunciarse y el cambio de líder es inminente.
Uno de los encapuchados que estaba sentado en las gradas, se levantó.
ENCAPUCHADO: ¿¡Han acabado con La Fuente!? (se preguntó muy serio)
SACERDOTE: Sí, así me lo han comunicado (unió sus manos como si fuera a pedir dinero, y apareció una urna). Aquí yacen sus restos, sus cenizas. Los Halliwell han acabado de nuevo con el Señor
ENCAPUCHADO: Necesitamos pronto un líder, sacerdote. ¿Quién va a querer ejercer tal alto cargo con todos los problemas que atrae?
Una mujer de pelo rubio y ropa oscura entró andando en la cueva, rodeada de varias mujeres
NAHIA: Aquí me tenéis. (Una nota de orgullo se combinó con el brillo en los ojos de Nahia) Soy la respuesta a todas vuestras preguntas. La nefasta época de James terminó, y como mujer, no chocaré dos veces con la misma piedra
TODOS: ¿¡UNA MUJER!?
SACERDOTE: ¿La Hermandad de Las Rosas Negras?
NAHIA: Así es... o al menos, lo que queda. Pero eso es lo de menos. Hemos demostrado ser un grupo pequeño pero férreo. Tengo un sueño, y es ver que el Inframundo vuelva a ser aquel lugar tenebroso por el que los humanos tanto miedo le tenían.
ENCAPUCHADO: ¡¡UNA MUJER NO, UNA MUJER NO!!
ENCAPUCHADO 2: ¡Hécate, Kali, las Oráculos, La Vidente, Tánatos...! ¡Todas fueron destruidas!. ¡¡La Vidente fue La Fuente de Todo Mal que menos aguantó, y era una mujer!! ¡Ni un triste minuto pudo soportar, no tuvo ni el título de Fuente como tal, fue penosa! ¡No más mujeres, no!
NAHIA: Haced un recuento. ¿Cuántos demonios han muerto por las Embrujadas? ¿O por sus hijos?. Bien. ¿Cuántas demonios mujeres han muerto por la familia Halliwell?. Sí, muchísimas menos. Una pena que en pleno siglo XXI aún haya mentes tan cerradas... Las Rosas somos la respuesta. Por cierto, en la Tierra tengo grandes contactos con los que engrandecer el imperio...
Una mujer de cuerpo escultural, morena y de mirada agresiva, salió entre la multitud de mujeres, y se posó al lado de Nahia. La mujer miraba con asombro aquel mundo subterráneo, pero manteniendo la cordura.
KAREN: Estáis tardando ¿no?. No me gusta sentirme ahogada en un sitio tan cerrado.
SACERDOTE: ¿Una humana? ¿Pretendes acabar con nuestros enemigos con una humana? (dijo anonadado)
KAREN: No soy cualquier humana, quizás aún sea pronto, pero veréis de lo que somos capaces de hacer.
NAHIA: Sin más dilación, convertidme en el ser más temible de las profundidades.
SACERDOTE: Por aquí, mi señora (Ambos fueron al centro, donde se encontraba el Grimoire, uno delante del otro) ponga sus manos en el frágil papel de este poderoso libro. Así sabremos si es apta o no, para el título.
Nahia, muy segura de si misma, posó sus manos en las hojas oscuras del libro demoniaco por excelencia, y sintió como una corriente de poder se adentraba en su cuerpo
SACERDOTE: El Libro ha hablado, y acepta que Nahia sea la próxima Fuente
Bastantes encapuchados abuchearon, otros simplemente se quejaron, y unos pocos ni se inmutaron. Fue entonces, cuando comenzó el ritual, cuando el sacerdote empezó a recitar elVotus Sanguinis, el hechizo con el que Nahia se corone Fuente de Todo Mal con los plenos poderes del Inframundo
SACERDOTE: “Hes verbis invocamus
potentias tremendas
Fontis ipsius
En hac hora descendat malum
Et coronam imponat
súper Virum electum.”
Los ojos de Nahia se oscurecieron, y su cuerpo brilló con destellos dorados al mismo tiempo que empezó a levitar en el centro de la sala, las Rosas miraban con orgullo aquel ritual, sin embargo, muchos encapuchados odiaban con todas sus fuerzas a la nueva Fuente. La urna con las cenizas de James se abrió, y sus restos entraron por la boca y por sus fosas nasales. Segundos después, con mucha agilidad, la nueva Fuente volvió al suelo. Nahia sintió como los poderes del Inframundo la estaban poseyendo, se sentía más segura, poderosa y menos vulnerable.
SACERDOTE: El Libro ha hablado, ¡Larga vida a la Reina, larga vida a la primera Fuente femenina! (unos cuantos aplaudieron, pero eran una minoría comparados con los abucheos)
NAHIA: Quien no comparta mi camino, que se aparte, pero que no me lo bloquee (Cerró sus ojos, y todos aquellos que la abuchearon, murieron entre llamas)
SACERDOTE: ¡Mi señora! (se arrodilló frente a ella)
NAHIA: Los demonios hombres estaréis más vigilados que nunca, podréis ser mis perfectos aliados, mis manos derechas, pero para ello, me lo tendréis que demostrar desde ya, si no queréis acabar como aquellos miembros de El Consejo.
Las Rosas aplaudieron más que nunca, y Karen miraba con orgullo a Nahia, todo indicaba que el éxito estaba cerca.
SACERDOTE: Mi señora, acompáñeme a vuestros nuevos aposentos...
NAHIA: Tranquilo Sacerdote, ya me conozco este lugar como la palma de mi mano.
SASHA: ¡¡NAHIA, NAHIA!!
CLARISSA: ¡Señora, escúchanos, es importante!
Las dos mujeres entraron en la cueva, respirando con fuerza, y necesitaban urgentemente la opinión de su superiora.
SASHA: ¡Oh, la han coronado! (ambas se genuflexionaron, alegres). Señora, su mandato no puede comenzar mejor, acabamos de encontrar el rastro de una antigua bruja.
CLARISSA: Aún estamos a la espera de vuestra opinión, si ve prioritario o no llevarla a nuestro bando.
NAHIA: Explicaos mejor.
SASHA: Hemos descubierto a una mujer que desconoce que por su sangre corre la brujería, y en cuanto la secuestremos, podremos llevarla a nuestro bando.
NAHIA: ¿Una bruja que desconoce que lo es? Suena interesante. (se lo pensó detenidamente) ¡No, no lo es! ¡No es interesante! Al menos que esa bruja provenga de alguna familia importante
SASHA: Y así es, mi señora (Nahia miró a sus ojos y lo entendió todo, no hacía falta más palabras).
NAHIA: Traédla aquí. En cuanto descubra que es una bruja tendrá 48 horas de libre alberdrío para elegir entre el bien y el mal. Y obviamente, tendrá que ser una nueva Rosa. Cuantos más seamos aquí, mejor.
SACERDOTE: Mi señora, se hace tarde. Es importante que vaya al trono, los demonios necesitan ya una líder. Aunque no sea la esperada para muchos...
NAHIA: Espere Sacerdote. Espere. Sasha, Clarissa, no iréis solas. Vuestras compañeras os acompañarán (miró al resto de Las Rosas)
SASHA Y CLARISSA: Seguidnos.
Las dos mujeres fluctuaron y un segundo después, lo mismo hicieron el resto de Las Rosas.
SACERDOTE: Señora, no es conveniente que todo su ejército se marche y se quede sola. Serás La Fuente de Todo Mal, pero eso no quita para que muchos demonios quieran heredar vuestro poder...
NAHIA: Lo sé, pero me gusta la diversión. ¡Karen, acompáñame, te enseñaré mis dominios!
Justo cuando las dos mujeres pretendían salir de aquella amplia cueva para seguir andando por los laberintos infernales, Linda, aquella colaboradora de James y su ejército, entró con pánico al lugar
LINDA: ¡¡Mi señor, mi señor!! ¡¡La bruja resucitada me ha atacado en el Mercado Demoníaco!! (se calló, puso una de sus caras despistadas y preguntó) Un momento... ¿¡Y el señor!?
SACERDOTE: Le llegó su hora contra los Halliwells
NAHIA: Veo que James confiaba en su inteligencia, Linda (ironizó)
KAREN: Tanto ese James como la bruja resucitada están en el olvido.
LINDA: ¿¡MI SEÑOR HA MUERTO!? (se cogió de los pelos, y las mujeres se rieron) ¡¡ESO NO PUEDE SER!!
NAHIA: Claro que puede. Muerto él, y su querida despojada de poderes, la única a la que debes respetar está enfrente tuyo
LINDA: ¿Tú... tú... eres la nueva Fuente?
KAREN: Acaba de terminar la ceremonia. ¿Todos los que colaboraban con James les faltó oxigeno al nacer?
NAHIA: Sí.
LINDA: ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Linda gritó, y tanto Karen como Nahia volaron violentamente por el aire hasta caer en las gradas de madera, donde los encapuchados comenzaban a marcharse después de terminar la ceremonia
LINDA: ¡¡MI SEÑOR PIDE UNA VENGANZA!!
KAREN: ¿¡Qué!?
NAHIA: Huye Karen, esto no tiene nada que ver contigo. ¡Huye!
Karen se mezcló entre la muchedumbre encapuchada y consiguió salir de la cueva, al igual que hizo el Sacerdote. Sin embargo, el Grimoire, que se protegía magicamente de las amenazas, allí seguía.
LINDA: ¡LAS FALOFÓBICAS MERECÉIS LA EXTINCIÓN!
La cueva comenzó a temblar, y una gigantesca roca se desgarró de la pared de la cueva, una bola gigante que flotaba en el aire, y que Linda con un movimiento de brazos, dirigió hacia la nueva Fuente. Ésta consiguió fluctuar, pero el impacto de la enorme roca contra las gradas produjo un gran ruido y muchos escombros
NAHIA: Veo que te guardabas un buen poder debajo de la manga. Geokinesis.
LINDA: Sí. Mi señor me exigía constantemente que entrenara este gran poder, y así lo hice.
NAHIA: Lástima que no puedas hacer nada contra mis nuevos poderes
Todas las antorchas de la gran cueva se apagaron, y un humo tan negro como la noche, se expandió por toda la sala. Linda no podía ver absolutamente nada.
NAHIA: ¿Miedo, tal vez?
LINDA: JAMÁS
Linda volvió a cerrar los ojos y un nuevo temblor sacudió todo. Nahia, por su parte, se rió
NAHIA: Es inútil tu poder en la oscuridad. ¿A quien vas a atacar si no eres capaz de verlo?. ¿No quieres entrar en mi grupo? ¿Ser la mano derecha de nuevo de la Fuente?
LINDA: No de ti, jamás.
NAHIA: Tú te lo pierdes
Nahia cerró los ojos, el humo negro desapareció, pero el suelo comenzó a quemar, varias grietas se abrieron y salían vapores de altas temperaturas. Nahia se encontraba a salvo, en el centro de la sala junto al Grimoire, donde ninguna magia podría atacarla.
NAHIA: ¿Cambias de opinión?
LINDA: Te he dicho que no. (Consiguió desgarrar otra gigante piedra de la pared, pero al intentar chocar contra Nahia, la onda expansiva hizo añicos la piedra y Linda salió volando al cálido suelo)
NAHIA: ¿Quema, verdad? (cerró los ojos y el suelo comenzó a desquebrajarse más rápido) Esto no es geokinesis, pero parecido. (El suelo cambió a un espeso líquido amarronado, anaranjado y rojo en según qué zonas) Estás a tiempo de no morir abrasada por el magma.
Linda se puso de pie, y se dio cuenta de que estaba en un pequeño islote, rodeada del magma, pero ella seguía dudando de Nahia. El islote cada vez se hacía más pequeño, se iba comiendo por el magma, y Linda, se tropezó, cayendo al suelo, y su brazo derecho se desintegró totalmente al tocar el fuego líquido.
LINDA: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!
NAHIA: ¿Has cambiado de opinión? Si cambias de opinión, podrás integrarte en mi equipo, tener de nuevo tu brazo y mejorar aún más con tu poder. Dime. ¿Aceptas?
Wyatt, Chris, Henry y Jared llevaban ya un par de horas trabajando en el primer piso, arreglando los desperfectos. Los cuatro, muy cansados, tenían ganas de dormir, pero les habían prometido a las chicas que lo iban a arreglar. Además, una casa desvalijada por la noche era el lugar idóneo para ladrones, por lo que se tenían que dar prisa para que la casa volviera a ser como antes.
HENRY: Es irónico... pero estaba mejor en la cárcel... ¡Esto cansa mucho!
JARED: A ver, se lo hemos prometido a las chicas. Piensa que cuanto más trabajemos, más tiempo estaremos durmiendo en la cama.
CHRIS: A veces somos demasiado tontos ¿eh?... nos ponen una cara de niñas buenas y claro, a apechugar con todo...
WYATT: Apechugar no. Sentido común. Un ladrón ve una casa así y vendrá a robar. O un pobre vagabundo vendría a dormir. ¡O la propia policía entraría en casa para preguntar qué ha pasado!
CHRIS: Si alguien no hubiera levitado la casa mientras dormía...
WYATT: Si alguien no hubiera utilizado todo su poder para destruir a los demonios con una ola calorífica...
JARED: La culpa la tenemos todos... demasiados ataques y poco tiempo para responder
HENRY: ¡Yo no! (dijo orgulloso) Esta vez no me podéis echar las culpas en nada.
CHRIS: Eh, Jared. ¿Y qué vas a hacer ahora tú?. Eres inmortal. ¿Sabes lo que eso conlleva, no? Si ningún familiar muere por un ataque demoníaco, algo que morir asesinado en esta familia se lleva en la sangre, tarde o temprano verás morir de vieja a Melinda, hasta Bianca, a tus nietos... a todos.
JARED: No había pensado en eso. (Se quedó pensativo y luego ironizó) Bueno, ser inmortal me dará mucho tiempo libre para pensar cómo solucionar todo esto. Se solucionará, estoy seguro.
WYATT: Chicos, ayudadme a colocar la puerta de la entrada y ya descansamos hasta mañana. Lo más importante ya está arreglado.
Los cuatro chavales cogieron la pesada puerta y con paciencia la colocaron en su lugar.
HENRY: ¿Ya está todo, no?
WYATT: Bueno, sí. Sólo falta ver si ya funciona la luz.
JARED: Antes he ido al jardín a encender los generadores.
Wyatt pulsó el botón para encender una lámpara que estaba a su lado, y sorprendidos todos, una forma eléctrica de color azul salió de la bombilla, iluminando aún más la entrada.
CHRIS: ¡Oh, mierda!
JARED: ¿¡Qué!?
HENRY: ¿¡Qué mierda es esa!?
WYATT: ¡Un Demonio Eléctrico! ¡Debí imaginármelo, tanto tiempo sin encender luces se habrá apoderado de la corriente! ¡Es lo que nos faltaba! ¡Procurad no romper cosas, que la casa ya está medio decente!
La raza de estos demonios, ya conocidos por las antiguas Embrujadas, eran de aspecto eléctrico puro, miles de corrientes azules le daban una forma como de humanoide.
WYATT: ¡¡PROCURAD NO TOCARLO!!
CHRIS: ¿No había un hechizo en El Libro?
WYATT: ¡Sí, pero no hay tiempo!
Henry, queriendo ayudar a su familia, fue directo hacia el demonio a darle una patada, pero éste le cogió de la pierna y lo tiró hacia la pared. Para luego extender el brazo y propinarle una ráfaga électrica que hizo que el hijo de Paige se electrocutara
WYATT: ¡¡AAAAAAH!!
Wyatt le lanzó al demonio varias bolas de energía, que al ser medio luz blanca, no eran tan poderosas como las bolas demoníacas, pero seguían siendo efectivas. El demonio, viendo que fue una mala idea atacar, escapó por uno de los enchufes de la casa.
JARED: ¡Tío, ¿estás bien?!
HENRY: Sí... sí... Nunca viene mal un poco de adrenalina. (Se levantó, con los pelos chamuscados)
WYATT: Henry, sé que lo has hecho con la mejor intención, pero si he dicho que procurarais no tocarlo, sería por algo...
HENRY: Lo siento...
CHRIS: Es mejor que vayamos ya a dormir ¿eh?. No vaya a ser que dejemos peor la casa. Ahora que empieza a ser poco a poco lo que era...
WYATT: ¡Eh, escuchad, nada de encender luces, televisiones, ordenadores, nada que contenga electricidad! Mañana por la mañana lo mataremos, ahora, a descansar
JARED: Bueno, si hay que vivir como en la Edad Medieval durante unas horas, no pasa nada. (Henry y Jared subieron las escaleras, cada uno para irse a dormir a su habitación)
CHRIS: Voy a cortar la luz. Será lo mejor.
WYATT: Cierto. (miró al techo)
CHRIS: ¿Qué?
WYATT: Me está llamando Alice, parece preocupada.
CHRIS: ¿Ah, sí? Pues ya dijo Rachel que hay que ignorarla, debe de estar sola, hasta que se cure.
WYATT: Mmm... algo malo la debe estar pasando. (dijo muy serio)
CHRIS: Wyatt... hazle caso a tu hermano pequeño... (ironizó) qué mal suena ¿verdad?
WYATT: No, tú preocúpate de cortar la luz. Noto que es importante (orbitó)
CHRIS: ...Para que luego digan que los hermanos pequeños son peores que los mayores... sí... (fue directo a cortar la luz)
En la habitación del psiquiátrico donde estaba ingresada Alice, ésta no paraba de dar vueltas mientras llamaba, a veces a gritos, y a veces más calmada, a su primo Wyatt.
ALICE: ¡¡WYAAAAAAAAAAT!! (Finalmente orbitó su primo)
WYATT: ¿¡Qué, qué te pasa!?
ALICE: ¿No lo oyes? ¡¡CALLA, ESCUCHA!!
Ambos escucharon unos gritos en la habitación de al lado, una mujer gritaba de miedo. Parecía que no estaba sola en aquella habitación
WYATT: ¿Qué tiene de malo? Es un psiquiát... (cambió de palabra) un hospital
ALICE: Ya sé que es un psiquiátrico. Gracias, ya sé donde estoy. Un lugar de tarados
WYATT: Por eso no creo que debas preocuparte. Le habrá dado algún ataque...
ALICE: No, he conocido a la mujer antes, en la hora de la cena. Y era normal. A ver, normal... de lo menos raro que te puedes encontrar aquí. Ya me entiendes... (dijo cabizbaja)
Wyatt aprovechó el momento para preguntarle a su prima cómo llevaba el estar ingresada en un sitio así, aunque solo llevase unas pocas horas, pero no pudo ya que la mujer de al lado gritó aún más
ALICE: ¡¡TIENES QUE IR!! ¡Yo no tengo poder para atacar, tú sí!. ¡Escucha, somos brujos ¿no?! ¿Qué hacemos los brujos aparte de luchar contra demonios? ¡¡Salvar inocentes!!. Déjame arreglar todo el daño que os he hecho. ¡TIENES QUE IR Y SALVAR A LA CHICA!
WYATT: ¡Está bien, pero no me hace gracia! ¡Se supone que aquí hay guardias que velan por la seguridad! (cogió de la mano a su prima y orbitaron a la habitación de al lado)
Al llegar Wyatt y Alice encontraron que la mujer que gritaba se estaba protegiendo en la cama, con las sábanas tapándose la cara mientras gritaba. Estaba siendo rodeada por una facción de Rosas Negras, entre las que estaba Sasha y Clarissa
WYATT: ¡¡*Rosas*!! (Las siete mujeres orbitaron bruscamente en la pared) ¿¡QUÉ COÑO...!?
ALICE: ¡¡MALDITAS ZORRAS!! (se acercó a ellas para plantarles cara, pero Wyatt movió su brazo y alrededor de Alice surgió un escudo protector) ¿¡PERO QUÉ HACES!?
WYATT: Ya no tienes poderes, no quiero que te pase nada malo.
ALICE: ¡Está bien, está bien! (dijo enfadada). Al menos date prisa o matarán a la chica.
PACIENTE: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH!! ¡SOCORRO, AYUDA!
SASHA: ¡Malditos Halliwells! ¡¡CHICAS, FLUCTUAD A LA MUJER!!
CLARISSA: ¡Está hecho, señora!
WYATT: ¡DE AQUÍ NADIE SE MUEVE!
SASHA: ¿Quién lo dice? ¿El hombre que tantas veces ha puesto en peligro la vida de su familia, de sus protegidos? ¿No eres aquel Halliwell que juega constantemente con la magia negra?
ALICE: ¡¡WYATT, NO LA ESCUCHES!!
SASHA: Ah... mirad quien está a su lado. La esposa cornuda, has vivido una mentira con él, y rompiste una relación con toda tu familia el día que elegiste ser Reina del Inframundo. Y por más que lo intentes, esa herida que abriste, no se va a cerrar en la vida. Siempre serás la Halliwell que decepcionó y eligió el camino equivocado.
WYATT: ¡Alice, sé fuerte!
PACIENTE: ¡¡SOCORROOOOOOOOOOOOOO!!
WYATT: Seréis la mano derecha de la Nueva Fuente, pero eso no querrá decir que seáis inmunes a nuestros poderes (Wyatt extiró sus brazos, y de la palma de sus manos salió una gigantesca ola calorifica)
SASHA: Estaba esperando este momento
Justo cuando la ola se acercaba a ella, mostró en su cuello un collar con un diamante rojo, el cual brilló con mucha fuerza. La onda calorífica retrocedió y fue a parar a su dueño y hacia Alice, rompiendo también la pared de la habitación. Ambos, llenos de escombros se pusieron de pie en el pasillo del hospital.
ALICE: ¡¡AAH!!
WYATT: ¿Estás bien?
ALICE: Sí, eso creo. ¿¡DONDE COÑO ESTÁN LOS GUARDIAS!?
WYATT: Dormidos, fíjate. (Los dos miraron y vieron como los guardias que vigilaban el pasillo estaban dormidos en el suelo. Las Rosas rieron)
SASHA: ¿Divertido, verdad?. No somos tan inútiles de llegar a una zona de humanos y operar a la vista de todos. Merecían un descanso.
CLARISSA: ¡Sasha, hay que llevar a la bruja al Inframundo, debe comenzar el ritual!
ALICE: ¿Esa inocente es una bruja?
SHASHA: Y no cualquier bruja.
WYATT: ¡BASTA! ¡No quería hacerlo, pero no hay remedio! (cerró los ojos y las Rosas comenzaron a gritar escandalosas)
ROSA 1: ¡¡Ha desaparecido, la bruja ha desaparecido!!
CLARISSA: ¡Oh, no! ¿Dónde se la han llevado?
SASHA: ¡!IDIOTAS, SIGUE AQUÍ!! ¡La bruja sigue aquí, simplemente no podemos verla! ¡Debí preveer que algún Halliwell luz blanca pudiera venir y fastidiarnos todo! (Se enfadó) Aún así, Nahia lo entenderá. Aún es pronto. Chicas. (fluctuaron todas)
ALICE: No entiendo nada ¿por qué yo sigo viéndola? (entrando ambos al dormitorio, donde la mujer seguía acurrucada con miedo en la cama)
WYATT: Es un poder poco usual en los luces blancas. Cuando vemos que un protegido está en demasiado peligro, podemos hacer que sus agresores no la vean, hacerla invisible a unos cuantos.
ALICE: Pero si esa chica no es tu protegida...
WYATT: No. Pero estaba en peligro.
Wyatt se quedó un poco alejado de la cama, pero Alice se acercó a ella
ALICE: Eh, ¿estás bien, Phyllis?
PACIENTE: ¿Qué... qué era eso?
ALICE: Nada, olvídalo. Gentuza que ha entrado a robar, menos mal que estaba aquí este guardia... Se llama Wyatt.
Wyatt se acercó entonces a la mujer y sintió lo mismo que Alice en su momento, una cara conocida y unos ojos verdes muy familiares.
WYATT: ¿Nos hemos visto antes? (dijo sorprendido) ¡Ah, por supuesto! (mintió). Claro, si soy guardia aquí...
ALICE: Phyllis, ¿qué querían exactamente esas mujeres?
PACIENTE: ¿Tú lo has dicho, no? ¡Robar!
ALICE: Ya.. era lo primero que se me ocurría. ¿Qué has visto, qué querían? Cuéntamelo. No va a pasarte nada malo.
PACIENTE: No sé... surgieron entre llamas, yo estaba dormida cuando el ruido y las llamas me despertaron. No sé nada, algo de que una bruja, que debía unirme a ellas... ¡No entiendo nada!
Alice y Wyatt se miraron perplejos
ALICE: ¿Me disculpas un momentito? (se acercó a su primo) ¿Qué opinas?
WYATT: Que van a seguir buscando a la mujer, y ella no tiene idea de nada. Si la buscan será por algo, está claro.
ALICE: Me jode bastante, porque es de las poca gente que conozco aún en el hospital, pero... ¿podrías borrarla la memoria? Al menos estas escenas tan incomprensibles para ella. Eres un luz blanca, puedes hacerlo. Y orbitarla lejos de aquí, que no la encuentren y pueda rehacer su vida. ¿Cómo lo ves? (Wyatt se lo estaba pensando). Así matas dos pájaros de un tiro; ella no volverá a ser amenazada por esas locas y yo habré puesto de mi parte para volver al bien. ¿Me explico? Es que las horas que son y yo sin dormir...
WYATT: Te explicas, te explicas (dijo su primo asintiendo). Bueno... pues... Buenas noches Alice
ALICE: Buenas noches (su primo pudo orbitarla a la habitación de al lado) ¿Phyllis?
PACIENTE: ¿Sí? ¿Cóm... qué le ha pasado a Alice?
WYATT: Nada, tranquila, dame la mano. Confía en mi.
PACIENTE: Está bien...
Ambos orbitaron a las puertas del psiquiátrico
PHYLLIS: ¿Qué hago yo aquí? (se alejó, con miedo, de Wyatt)
WYATT: Ya eres libre, puedes comenzar una vida. (se alegró). Nadie extraño te va a seguir. ¿No tenías ganas de comenzar una vida, lejos del psiquiátrico?
PHYLLIS: ¿Es la única manera posible de que no me vuelvan a seguir?
WYATT: Sí, de eso no te preocupes
PHYLLIS: Entonces... gracias, supongo. (Dijo algo fría, administrando todo lo que había visto en tan pocos minutos)
WYATT: Yo debo irme
PHYLLIS: ¡Espera! ¿Dónde vives?
WYATT: No quiero que corras peligro si te digo mi dirección. En mi casa estas cosas de ataques como has visto, están a la orden del día. No quiero aparentar ser borde, solo protegerte. Toma, un poco de dinero por si necesitas algo. (Le prestó varios dólares de su cartera) Adiós (y orbitó)
En el pasillo de la segunda planta Henry y Jared se despedían para irse a dormir.
HENRY: Buenas noches Jared.
JARED: Buenas noches Henry.
Jared entró en su habitación, y para su sorpresa, Melinda seguía despierta, de pie, mirando hacia la ventana, hacia la ciudad. Por su parte, Eleanor dormía en la amplia cama de matrimonio.
JARED: ¿Qué haces despierta? ¡No le des a ninguna luz!
MELINDA: Os he escuchado, estoy atenta. ¿Os ha atacado un Demonio Eléctrico, verdad?. Aquí estoy, despierta... pensando en la niña. ¿Cuánto tiempo nos quedará para tenerla entre nosotros?
JARED: Hay que descansar, y mañana te aseguro que estará con nosotros. Te lo aseguro.
MELINDA: Me han asegurado tantas cosas desde que tengo uso de razón... Yo te creo, cariño, pero tal como dijo Prue antes de desaparecer, o vete tú a saber lo qué le pasó, quienes tienen a la niña es la Red Swan. ¿Te recuerdo lo que les pasó a Rachel y a Bobbie cuando entraron allí hace unas horas?. Una enferma y otra tiroteada.
JARED: Sabes que no podemos hacer nada separados. Lo mejor es que vayamos toda la familia allí y salvar a Bianca ¡y a Dag!
MELINDA: Dag... sí, también. ¡No, no quiero que mi madre ni mis tías pierdan su tiempo libre salvándonos el culo! Deberían de hacer cosas de su edad, hacer galletitas, cotillear y ver programas.
JARED: Son las Embrujadas, cariño. A pesar de la edad tienen escritas en su frente las palabras “Salvar traseros”. Lo llevan en la sangre, como tú.
MELINDA: Como yo, no. Vale que cuando fueran jóvenes alguna que otra vez los demonios secuestraran a Wyatt, pero ellas en cinco minutos lo solucionaban. Bueno, en cuarenta y cinco minutos, lo que dura una serie (ironizó). Ya va a hacer un día entero que se llevaron a la niña. Eso no hay madre ni padre que lo aguante (se giró, dejó de mirar la ventana para mirar a su marido) ¿Tú no podrías hacer algo?
JARED: NO. (Dijo rotundamente)
MELINDA: ¿¡Por qué no!? (dijo irritada) ¡!¿Owen antes no deseó viajar unos minutos atrás en el tiempo para salvarnos a todos?!!
JARED: Sí, pero es distinto.
MELINDA: ¿¡Distinto por qué!? ¿Por qué te lo pidió un amigo, y no tu esposa? (se enfadó)
JARED: ¡Vas a despertar a Eleanor! ¡No es por eso, madre mía!. Déjame aclarartelo, toma aire. No me gusta usar mi poder porque habrá muchas represalias. Esta vez con Owen ha salido bien, pero no es seguro. El fin no justifica los medios.
MELINDA: ¡Bobadas! (cerró los ojos) Jared, deseo que...
Pero se calló, y miró a Eleanor, quien comenzaba a convulsionarse por la cama
MELINDA Y JARED: ¿Qué? (Dijeron al unisono, preocupados, mientras se acercaban a la novata bruja)
La joven, tan rapido empezó a convulsionar, lo dejó. Mel y Jared se miraron aliviados, pero con la luz de la luna que daba en la cara a Eleanor, vieron como empezaba a susurrar algo...
ELEANOR: Alice Halliwell ya ha visto sus ojos. Origen confuso. Mal. Ritual. Es necesaria. Las flores como en primavera vuelven a crecer. Wyatt Halliwell le busca la libertad. Fallo. Error. Olvidada. Perdida. La primera de la primera. Gran poder. Solo cuarenta y ocho horas cuando se descubra la verdad. Aún hay tiempo...
MELINDA: ¡¡DESPIERTA, DESPIERTA!! (abofeteándola, muy nerviosa) ¡¡ELEANOR, ELEANOR!!
Jared le lanzó un chorro de agua proveniente de un vaso que había en la mesilla, fue ahí cuando Eleanor despertó.
ELEANOR: ¡¡AAAAAAAAAAAH!! ¡¿Pero qué hacéis?!
MELINDA: ¿¡Estás bien!?
ELEANOR: Sí, sí. ¿Qué hacéis? ¡Me habéis puesto perdida!
JARED: Lo siento... el baño es aquella puerta de ahí (señalándosela), por si quieres secarte
ELEANOR: Gracias... (asustada y sin comprender nada. Entró al baño)
MELINDA: ¡¡Ni se te ocurra darle a la luz!! Tenemos cierto demonio que quiere vernos encender hogueras.
JARED (susurrando): ¿Has visto y oído lo mismo que yo, no?
MELINDA (susurrando): Sí, pero no he entendido nada. Algo de Alice y de Wyatt...
Melinda, en un tono de bordería, volvió a recitar lo que que llevaba buscando durante tantas horas, a su hija, por lo que volvió a pedirle un deseo a su marido
MELINDA (muy rápido): ¡¡¡Deseo que Bianca vuelva aquí, y ahora!!!
JARED: ¿¡QUÉ!? ¡NO MEL...! (Su deseo no pudo ser negado) ¡HECHO!
En un abrir y cerrar de ojos, notaron como toda la ciudad de Chicago y sus alrededores carecían de luz artificial. La poca luz que entraba por la ventana desapareció. Todo era una densa y angustiosa oscuridad.
MELINDA: ¡¡¿Y LA NIÑA?!! ¡NO ESTÁ! ¡¿QUÉ HAS HECHO?!
JARED: ¡¡MIRA QUE TE LO DIJE, MIRA QUE TE LO DIJE!! ¡QUE MI PODER NO ES SEGURO!
Avisados por el apagón de luz en toda la ciudad, y oyendo la discusión entre el nuevo matrimonio, Chris abrió la puerta y los residentes, en pijama, en la casa entraron en la habitación matrimonial.
CHRIS: ¿¡Qué ha sido eso!?
PHOEBE: Hay gente que intenta dormir ¿lo sabéis, no?
PATRICIA: No funciona la luz
HENRY: Sí, hemos llegado a esa conclusión
BOBBIE: ¿Donde guardáis las linternas en esta casa?
RACHEL (a Mel y Jared): ¿Estabais discutiendo?
MELINDA: ¡No os metáis donde no os llaman! ¡Eh, Wyatt, tú! (señalándolo)
WYATT: ¡¡Voy, voy!! (levantó sus brazos y unas potentes órbitas iluminaron el salón)
MELINDA: ¡¡Oh, eso no, aunque muchas gracias!! ¿Qué has hecho hace unos minutos? Eleanor ha dicho algo raro sobre tí. Esa chica tiene un poder rarísimo. ¿Cómo era?
JARED (recordándolo): “Wyatt Halliwell le busca la libertad”
WYATT: ¿Eh? Pues... nada sin importancia
CHRIS: La versión verdadera es que ha orbitado hacia el psiquiátrico porque Alice no paraba de llamarlo...
WYATT: ¡¡CHRISTOPHER!! (se enfadó)
RACHEL: ¡¡Os dije bien claro que no podemos ir a visitarla, no aún, es demasiado pronto!!
WYATT: Sé muy bien lo que hago, gracias prima (dijo con un poco de arrogancia). Alice tuvo la intuición de que a una paciente del psiquiátrico la estaban agrediendo demonios, exactamente Las Rosas Negras, y allí fuimos, a salvar a la mujer, simplemente. Está en buenas manos, no la van a encontrar.
JARED: ¿Por qué querían agredir a una paciente?
WYATT: Más que agredir, diría que la querían secuestrar. Pero es agua pasada.
Eleanor salió del baño. Y todos se callaron.
ELEANOR: Perdonad... pero no hay luz... (miró las órbitas iluminando la habitación) al menos en el baño
HENRY: Ni en el baño ni en ninguna zona de la ciudad. El vandalismo esta noche va a subir como la espuma.
CHRIS: Tranquila mujer (viendo la preocupación de Eleanor). Nadie que no sea un demonio va a entrar aquí.
Entonces Melinda besó a Jared en la boca, y todos se quedaron sorprendidos, ya que segundos antes estaban discutiendo
PHOEBE: ¡Qué rápido se reconcilian!
MELINDA: ¡Jared, eres el mejor, gracias, gracias y gracias! (Por cada gracias le fue besando)
JARED: ¡No entiendo nada!
BOBBIE: Ni tú ni nadie (Eleanor asintió)
MELINDA: ¡Es perfecto! Ahora lo entiendo todo. No hay luz porque así lo he pedido.
PATRICIA: ¿¡CÓMO!?
MELINDA: Le pedí un deseo a Jared... encontrar a la niña, tenerla en mis brazos...
PATRICIA: Pues no ha funcionado. ¿¡Toda la ciudad a oscuras por culpa de Jared!? (se enfadó, mirando al autor)
MELINDA: ¡ESCUCHAD! ¡La niña tal como dijo Prue está en Red Swan! (miró a Rachel, que bajó la cabeza) ¿No? ¡¡Y con mi deseo he conseguido que ese edificio tan protegido y tan vigilado esté sin luz!! ¡¡NECESITO VUESTRA AYUDA!!
RACHEL: Mel, no es buena idea. ¿¡Cómo que no hay luz!? ¡Hay una aparato que se llama generador!
MELINDA: Sí, pero que el edificio no rinde al 100% como el resto del tiempo también es verdad ¿no?
RACHEL: Eso no te lo puedo negar... un apagón es un apagón... pero...
MELINDA: ¡Ni peros ni peras! ¡Venga, a salvar a Bianca y a Dag! (besó a su marido) ¡¡GRACIAS!!
JARED: Me preocupan mucho estos cambios de humor...
CHRIS: Te acostumbrarás...
WYATT: Un momento ¿vamos orbitando, no?
RACHEL: ¡NO! Llamaríamos la atención. ¿Una ciudad totalmente a oscuras y de repente aparecemos entre luces azules?. ¿No queremos descubrirnos tan pronto, verdad?
WYATT: Tienes razón, vayamos en coche
Melinda, al igual que su madre, tenía un amplio todoterreno de última generación. Ya que había prisa por encontrar a la niña, hubo un gran alboroto sobre quienes iban en un coche u en otro. Finalmente, Jared se sentó en el asiento de copiloto, al lado de Melinda quien conducía, y detrás se encontraban Rachel, Bobbie y Chris.
MELINDA: ¿¡Os habéis puesto el cinturón de seguridad!?
BOBBIE: Por favor Mel ¡no vayas muy rápido!
CHRIS: Bobbie... (asintió) agárrate
MELINDA: Rachel ¿conoces algún atajo para llegar antes a las oficinas?
JARED: Mel, vete con tranquilidad. La niña no se va a mover de allí.
RACHEL: Eh... pues no, la verdad es que no.
MELINDA: ¡Entonces habrá que encontrarlo!
CHRIS: ¡Mel, que esto no es un videojuego, que es la vida real!
Melinda encendió el coche, una que vez que todos estaban con el cinturón de seguridad, encendió los focos, y todos agradecieron que el coche pudiera iluminar una calle tan oscura. Detrás del todoterreno de Melinda, siguiéndole los pasos, se encontraba el coche de Wyatt, donde éste conducía, le acompañaba como copiloto Henry, y detrás estaban Eleanor, Patricia y Phoebe
PHOEBE: ¿¡Por qué no podemos ser una familia normal y corriente!? Tengo sueño...
PATRICIA: Échate una cabezadita mientras llegamos (se rió)
PHOEBE: No es gracioso
ELEANOR: Esperad. ¿Cogemos a la niña y nos marchamos, no?
HENRY: Sí, se supone que sí.
WYATT: Los planes en esta familia cambian mucho. ¡Agarráos bien, y tened en mente que aquí puede pasar de todo!
PHOEBE: ¿Y no es más fácil que los que podáis orbitar, o mismamente llamar a Owen y que vaya él solo a las oficinas?
WYATT: ¿Qué parte no has entendido de “no ser descubiertos”?
PHOEBE: ¡Oh, es Chicago, nadie se va a dar cuenta!
Durante el trayecto, ya varias personas aprovechaban el apagón de luz para entrar en tiendas y saquearlas
PATRICIA (mirando por la ventana): La gente no pierde el tiempo...
HENRY: Espero que les caiga un palo importante. A ver si yo sin hacer nada lo he pasado fatal en comisaria y éstos se van a salvar...
ELEANOR: El mundo está lleno de injusticias
WYATT (quien conducía): ¿¡Pero qué hace, se ha vuelto loca!?
Wyatt se refería al todoterreno de Melinda, que no respetaba ninguna señal y conducía por donde ella le venía en gana
WYATT: ¡La carretera existe para algo!
HENRY: ¡¡GIRA, GIRA, GIRA!!
El todoterreno de Melinda dio un giro inesperado y se metió por un callejón, por lo que su hermano mayor hizo lo mismo
MELINDA: ¡Qué adrenalina!
JARED: ¡Melinda, nos vas a matar a todos! (preocupado)
RACHEL: ¡¡No aceleres más, no aceleres más!!
CHRIS: ¡Se cree que esto es un videojuego!
MELINDA: ¡Bianca y Dag no pueden esperar más!
BOBBIE (cerrando los ojos, por miedo): ¿¡Falta mucho para llegar!?
El todoterreno de Melinda salió sin problemas del callejón, atravesando otra carretera de la ciudad, donde los pocos coches que había frenaron rapidamente, mientras pitaban
MELINDA: ¡¡ES UNA EMERGENCIA!!
TAXISTA (saliendo de su coche): ¿Pero qué coño pasa aquí? Primero un corte de luz y ahora una loca al volante... (ve pasar también el coche de Wyatt). ¡¡Así no hay quien trabaje!!
HENRY (a Wyatt): ¡Dad gracias a que la policia no esté por aquí!
RACHEL (a Melinda): ¡¡Ya queda menos, ya queda menos!!
Melinda consiguió atajar el camino entrando por un pequeño parque de la ciudad, Wyatt quiso hacer lo mismo pero, antes de entrar al parque, vio como unas cuantas figuras salieron de una alcantarilla, al no poder frenar a tiempo, vio como su coche los atropelló. Instintivamente, frenó, viendo de lejos como el todoterreno de Melinda se perdía en el horizonte.
ELEANOR: ¿¡Qué ha pasado!?
WYATT: ¡¡No estoy seguro, creo que he atropellado a alguién!!
HENRY: ¿¡QUÉ!?
PATRICIA: ¡Hay que socorrerlo!
PHOEBE: ¿Y qué gente con dos dedos de frente entran y salen de una alcantarilla? Qué ascazo
Los cinco salieron del coche, estaban en una acera, a su izquierda, las puertas del pequeño parque, donde se podían ver en el cesped las huellas del automóvil de Melinda. Y a su derecha, una amplía carretera del centro de Chicago, donde por suerte, aún no había llegado el vandalismo para robar mientras la ciudad estaba hundida en la oscuridad.
PATRICIA: Tomad, las linternas. ¡No nos separemos!
Los cinco encendieron las linternas, y proyectaron la luz hacia debajo del coche, por si había alguien
PHOEBE: ¿Veis algo?
WYATT: Nada. La alcantarilla abierta pero no hay nada. ¡Juro que he visto salir a alguien!
PHOEBE: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Todos giraron la cabeza buscando a Phoebe, la cual estaba rodeada por una columna de agua y sentía cómo se ahogaba. El agua no era pura, un tono verdoso denotaba que el agua estaba contaminada, y desprendía un mal olor.
PATRICIA: ¡¡PHOEBS, NO!!
HENRY: ¿¡Quién le ha podido hacer algo así!?
WYATT: ¡Ese de ahí!
Wyatt con su linterna señaló a un ser humanoide, musculoso y rodeado de escamas azules, cuya cara parecía la de un pez, y emitía ruidos extraños. Estaba subido en un contenedor de basura.
WYATT: Es un demonio acuático de alcantarilla. No habla. Se les llama Cablocos de Cloaca. No suelen salir a la superficie porque detestan la luz natural y artificial.
PATRICIA: ¿Alguna manera de matarlo?
ELEANOR: ¿No lo ha dicho, la luz?
Patricia alzó su mano y una ráfaga de fuego se dirigió al raro demonio, pero éste produjo desde las palmas de sus manos una ráfaga a presión de agua podrida que evaporizó el poder de Patty.
WYATT: Recordad también que no debemos ser descubiertos
PATRICIA: ¡¡No pienso dejar a mi hermana en esa columna de agua podrida!!
HENRY: ¡Patty tiene razón! *Phoebe, a mi* (pero no surtió efecto) *Columna de agua*¡¡NADA!! ¡NO ME DEJA!
El Cabloco volvió a emitir ruidos extraños mientras Phoebe se ahogaba aún más en aquella columna, Wyatt no pudo aguantar más e intentó volar por los aires al demonio, con sus bolas de energía, pero no consiguió nada.
WYATT: ¡MALDITA SEA!
ELEANOR: ¿¡Wyatt, no recuerdas si en vuestro libro hay algún hechizo para matarlo!?
PHOEBE: ¡AAAAHHHH!
WYATT: ¡No, no! ¡Pensé que la luz ayudaría bastante, pero no compensa con toda la oscuridad que hay!. Lo peor es que ya hemos perdido de vista a Mel y su coche...
PATRICIA: ¡Deja de pensar en Mel y ayuda, por favor!
HENRY: ...Wyatt, me vas a odiar... pero, perdóname.
WYATT: ¿Qué? ¿Qué dices?
HENRY: ¡¡COCHE, al demonio!!
El coche nuevo de Wyatt orbitó hacia el contenedor donde estaba subido el demonio, y como aquel ataque no se lo esperó, el Caboclo cayó al suelo. La columna de agua donde estaba Phoebe se desvaneció y quedó completamente empadada.
WYATT: Oh... mierda... mi coche ¡Si era nuevo!
HENRY: Bueno, tampoco lo he destrozado. Sólo tienes que cambiar los cristales... y las puertas...
WYATT: ¿¡SÓLO!? ¿Te parece poco?. Pero bueno, te felicito... al menos ha dado resultado.
PATRICIA: ¡¡Menos mal!! (fue a abrazarla) ¡Uff, qué peste! (se apartó enseguida)
PHOEBE (mosqueada): Lo sé... no hace falta que me lo digas. ¿¡DÓNDE ESTÁ EL DEMONIO!? ¡Me ha puesto perdida, no se lo voy a perdonar!
Los cinco se acercaron al demonio, que seguía vivo, pero inconsciente, tumbado en el frío suelo de la carretera.
ELEANOR: ¿Y bien, quien va a hacer los honores?
PHOEBE: La aquí presente.
Phoebe se agachó, empadada, y posó su mano sobre el pectoral del demonio y activó su poder de electrokinesis, ambos empezaron a convulsionarse, hasta que el demonio explotó de dolor y Phoebe fue sanada por Wyatt, quien la miraba con malos ojos.
WYATT: ¿!Cómo se te ocurre usar tu poder eléctrico estando empapada!?
PHOEBE: Perdón, no lo había pensado...
WYATT: ¡Pues a ver si pensamos más! (mosqueado)
ELEANOR: ¿Qué vamos a hacer ahora?
HENRY: Seguir nuestra rutina. Ir a Red Swan. Seguro que Mel ya ha llegado.
WYATT: Espero que siga funcionando el coche... (dijo a regañadientes)
¿?: ¡ALTO!. ¡De aquí nadie se mueve!
Melinda seguía conduciendo su todoterreno, lejos ya del parque que atajaron, mientras Chris se giró para ver el coche de su hermano
CHRIS: ¡No veo el coche de Wyatt! ¡Algo les ha pasado!
MELINDA: ¡No les ha pasado nada, simplemente son unos lentos!
BOBBIE (cerrando los ojos): Qué acabe este infierno ya...
RACHEL: ¡¡GIRA, GIRA, QUE ESTAMOS YA!!
Melinda giró con brusquedad el volante, desestabilizando a sus acompañantes en el coche, pese a estar protegidos con el cinturón de seguridad. Melinda al girar llegó a otra calle amplia de Chicago, llena de coches y furgonetas propiedad de canales de televisión, debido a que pocas horas antes, todos las brujas y brujos secuestrados en Red Swan pudieron salir de allí, siendo noticia en la ciudad. Ante ellos estaba un edificio empresarial majestuoso.
JARED: ¡¡Está la tele, está la tele, nos van a descubrir!!
MELINDA: ¡Oh, mira la hora que es, y encima sin luz, están todos durmiendo!
TODOS: ¿¡PERO QUÉ HACES!?
Melinda aceleró incluso más y pasó en pocos segundos el parking callejero de la empresa. Melinda no despegó sus pies del acelerador y se dirigió a la puerta de la empresa.
MELINDA: ¡¡CERRAD LOS OJOS Y PEGÁOS BIEN EN EL ASIENTO!!
TODOS: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!
El todoterreno rompió en pedazos la puerta de cristal y consiguieron entrar, pero no frenó, siguió conduciendo por los pasillos del primer piso a la vez que una alarma comenzó a sonar y a desprender luces rojas.
SRD-WEAN: Atención intruso. Atención intruso. Atención intruso. Atención intruso. Atención intruso.
Finalmente Mel frenó el todoterreno, desgastado por el tan duro viaje al no ser capaz de subir por las pequeñas escaleras o entrar en un ascensor.
MELINDA: ¡Fin del trayecto! (saliendo del coche)
JARED: ¿Te has vuelto loca? ¿Intentabas meter el coche en el ascensor?
MELINDA: Hay que aprovechar la poca luz que dan los generadores ¿no?. ¿¡Y las linternas!?
BOBBIE: Tomad, aquí las traigo (abrió la mochila que tenía en la espalda). Hay cinco, una para cada uno.
CHRIS: Bien, ¿por dónde comenzamos?
MELINDA: ¿Sientes a la niña? (Chris negó con la cabeza)
CHRIS: ¡¡Pero eso no quiere decir nada malo!!
MELINDA: Lo sé, lo sé. ¡Calma!. Rachel, todos te seguimos, tú eres la única que conoce este lugar...
RACHEL: A ver, que ahora yo tampoco es que sea Jesucristo, todo el mundo siguiéndome y confiando en mi palabra. Yo el edificio no me lo sé de la A a la Z.
MELINDA: ¡¡Chss, que te seguimos!!
RACHEL: Bueno, pues si sois tan amables, por aquí, por favor (señaló las escaleras). La primera planta carece de interés. Es todo de información.
CHRIS: ¿Sabes por donde está el despacho de Karen?
RACHEL: ¡Oh, qué tonta! ¡El despacho de Karen, no lo había pensado! Pues sé que está en las plantas superiores, pero no me digas cual...
MELINDA: ¿Y no hay ningún plano ni atención al cliente ni nada? ¡Lo normal sería que hubiera como minimo un plano del edificio en el primer piso!
JARED: Y lo había... hasta que lo has roto, pasando con el todoterreno por encima suyo, al entrar.
MELINDA: ¡Siempre tengo que tener la culpa!
BOBBIE: ¡Bueno, no discutáis! Chris ahora nos lleve adonde nos lleve, más cerca estaremos de la niña
Todos se dieron de la mano, y aparecieron frente a unos grandes ventanales, donde se podía divisar todo Chicago sin luz.
CHRIS: Creo que hemos tenido suerte
MELINDA: ¡Sí ¿no?! ¿Rachel, sí, sí o no, no? (muy nerviosa)
RACHEL: Yo diría que esto sí es el despacho...
Al fondo del despacho, los Halliwell vieron únicamente un pequeño punto anaranjado, el cigarrillo del que Karen fumaba.
KAREN: Os estaba esperando...
En otra parte de la ciudad, el resto de Halliwells tras acabar con el Caboclo de Cloacaquisieron seguir su camino hacia Red Swan, pero una voz femenina, entre tanta oscuridad, les amenazó para que se mantuvieran quietos.
¿?: ¡ALTO! ¡De aquí nadie se mueve!
WYATT: ¡Venga, coño, rápido, al coche!
Rapidamente, y con temor, todos se metieron en el coche para protegerse, y Wyatt intentó arrancarlo. En la oscuridad, sólo se veía flotar una especie de ojos rojos, enfrente del coche, hasta que Wyatt encendió los focos del automovil y pudieron ver a una mujer demonio desnuda, escamosa, de color verde y pelo canoso, cuyos ojos rojos, entrecerrados, desprendían unas ráfagas de viento muy potentes que hacían imposible que le coche acelerara
HENRY (como copiloto): ¿¡Qué poder es ese, telekinesis avanzada!? (asustado)
WYATT: ¡No, Aerokinesis, la capacidad de producir y manipular el viento!
PHOEBE: ¿¡Qué clase de demonio es ese!?
WYATT: Este sí que no lo he visto en mi vida. Supongo que también se habrá escapado de la alcantarilla
PATRICIA: ¡¡Trata de arrancarlo Wyatt, trata de arrancarlo, por Dios!!
ELEANOR: ¿¡De qué me suena a mi eso!?
Wyatt no pudo aguantar, y el coche se fue hacia atrás varios metros, y al chocar contra la pared de un edificio de la calle tan oscura, se abrió el airbag
WYATT: ¡No queda otra que luchar! (miró a Henry) ¡¡Pero nada de orbitar el coche!!
Salieron todos del coche, nuevamente, con las linternas buscando a la demonio aquella.
PHOEBE: Esta noche nos ha tocado la lotería, ¿eh?
ELEANOR: No entiendo por qué me sacáis del coche ¡¡Estoy en inferioridad!!
PATRICIA: Toma, coge esta bara de metal. Te servirá, o al menos, harás algo.
HENRY: Atentos... atentos...
AERODEMONIO: ¡Ajajajajaja!
WYATT: ¿¡Dónde estás!?
PHOEBE: ¿Se ha escondido? ¡No sabe a lo que juega! (Phoebe levitó y desde una altura considerable, empezó a enfocar con la linterna) ¡¡NO VEO ABSOLUTAMENTE NADA!!
La demonio, apareció detrás de la joven bruja, le dio un puñetazo y al desequilibrarse, Phoebe cayó al suelo
PHOEBE: ¡Auh!
ELEANOR: ¿Estás bien? (ayudó a levantarla)
PATRICIA: ¿Ese bicho sabe volar?
WYATT: Debimos imaginárnoslo. ¿Si manipula el viento, porqué no puede volar?
PATRICIA: ¡¿Por qué no tiene alas?!
WYATT: ¿Cuándo ha sido ese un impedimento para volar?
PHOEBE: Mismamente yo puedo permanecer en el aire cierto tiempo...
AERODEMONIO: ¡Ajajajaja! (volvió a reirse, no se sabe desde donde)
HENRY: Está claro que quiere jugar. La vida bajo tierra tiene que ser aburrida.
AERODEMONIO: ¡Claro que quiero jugar!
La demonio aterrizó en el suelo, volvió a entrecerrar los ojos, y una ráfaga de viento llevó a los jóvenes brujos a chocar contra el coche. La demonio, aprovechando que estaban en los suelos, cogió de los pelos a Patricia y se la llevó volando, arriba, arriba y más arriba.
PATRICIA: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!! ¡¡SOCORROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
PHOEBE: ¡¡PATTYYYYYYYYY!!
ELEANOR: ¡No puede ser!
HENRY: ¿Qué ha hecho? Supongamos que esto es un documental... ¿Patty no será la presa y ese bicho con tetas va a llevarla al nido donde, podrían estar las crias que la devoren?
WYATT: Buen análisis
ELEANOR: ¿Un demonio puede hacer todo eso? (muy sorprendida)
WYATT: Sí. Y más. Te acostumbrarás. Lo único que yo pensaba que era un demonio de alcantarilla... pero veo que no. Estaba equivocado.
PHOEBE: Vale... y pensemos un momento. ¿¡CÓMO VAMOS A SEGUIR A UN DEMONIO QUE VUELA, SI NINGUNO DE NOSOTROS TIENE ESE PODER!?
PATRICIA: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!
El punto anaranjado del cigarro de Karen era lo único que podían ver de ella los Halliwell en aquel oscuro y amplio despacho
MELINDA: ¡¡¿DÓNDE TIENES A MI HIJA?!! ¡ZORRA!
KAREN: La niña ya no me interesa. Su sangre ya ha hecho lo suficiente y ahora es un estorbo. Y yo no quiero estorbos.
MELINDA: ¡¿QUÉ DONDE ESTÁ?! ¡DÍMELO SI NO QUIERES ACABAR INCINERADA!
KAREN: Me esperaba la visita de más Halliwells. Qué desilusión (aspiró su cigarro, echó el humo y poco a poco se fue acercando a sus victimas)
RACHEL: No te acerques más. Te lo aviso.
Karen no cesó en su empeño, y siguió acercándose aún más. Jared, se puso enfrente de todos.
JARED: No vas a pasar, a menos que muera en la batalla
KAREN: No me interesas chico, sé que eres inmortal, pero careces de interés
Karen chasqueó los dedos y Jared salió disparado hacia el techo, y al caer, perdió el conocimiento. Karen volvió a chasquear, y gracias al generador del edificio, el despacho se iluminó lo bastante para observar que Karen y los Halliwell no estaban solos. Los Halliwell estaban rodeados por Rosas y por los guardias de seguridad de Karen
CHRIS: Oh... oh... (preocupado)
KAREN: ¡Bobbie, qué alegría verte por aquí! Has tenido mucha suerte, ahora mismo deberías haber estrenado un ataúd.
RACHEL: Aquí la única que va estrenar una caja de madera eres tú
KAREN: ¿Qué eres, su representante? Que hable ella, que se defienda
BOBBIE: Gente como tú no me merecen vivir
Karen chasqueó de nuevo los dedos, y ahora con la luz, se pudo ver que una demonio de las Rosas alzó su brazo y los Halliwell y Bobbie salieron por los aires. Karen no tenía el poder de telekinesis, pero una de las Rosas, sí.
CHRIS: ¿¡DÓNDE ESTÁ BIANCA!?
MELINDA: ¡¡ENTRÉGAME A LA NIÑA, YA!!
En el suelo, Melinda accionó su poder explosivo, y Karen salió volando hacia la puerta. Instintivamente, los guardias comenzaron a disparar contra los agresores y las Rosas lanzaron sus bolas de fuego. Por suerte, Melinda fue rápida y congeló toda el despacho
RACHEL: ¿Cuánto tiempo va a durar?
MELINDA: No lo sé (dijo aún extendiendo las manos, con la esperanza de que así su poder durase más) ¡Pero no he podido aguantarlo!
KAREN (levantándose): Sabía que pasaría eso, así que soy inmune a tus poderes (mostró un collar). Les doy las gracias a la compinches de Nahia, Sasha y Clarissa. Este collar me ha salvado.
MELINDA: Valiente zorra.
KAREN: ¡¡La vida son dos días, y vosotros ya la habéis vivido bastante!!
Alzó su brazo y una poderosa llama, mucho más potente que las llamas cotidianas, se acercó a los Halliwell, pero la esquivaron a tiempo arrojándose al suelo
BOBBIE: ¿Escucháis eso?
RACHEL: ¿El qué?
¿?: AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH
Dos figuras femeninas atravesaron la gigantesca cristalera del despacho, una de ellas cayó al suelo junto a los Halliwell, la otra fue directa hacia Karen, agrediéndola
CHRIS: ¿Patty? (sorprendido)
PATRICIA: ¡La misma! (se levantó)
CHRIS: ¿Qué ha sido eso?
PATRICIA: Bueno, eso que ves allí es una demonio voladora, una raza que yo, al menos, no conocía, y menos mal que temía a la familia Halliwell, porque he conseguido que nos ayude a encontrar a Bianca
MELINDA: ¿Qué, cómo? ¡No entiendo nada!
PATRICIA: Ni yo, ni yo. Estábamos Wyatt, Henry, Phoebe, Eleanor y yo por una calle cuando nos agredió y me llevó volando. Pude meterla miedo en el cuerpo diciendo que era una Halliwell y que si me mataba, toda mi familia iba a por ella. Al parecer se equivocó de presa, no supo que era una Halliwell, pensó que era una bruja novata. Y queriendo arreglar ese fallo, nos está ayudando.
MELINDA: AH... ¡¡ESTUPENDO!!
La demonio voladora no paraba de arañar y atacar a Karen, quien no se esperaba para nada aquello. Al estar el resto de sus compinches congelados, no podía pedir ayuda
KAREN: ¡¡AAAAAAAH!!
AERODEMONIO: ¡¡¡PRESIENTO QUE UNA CRÍA ESTÁ DETRÁS DE ESTAS PAREDES!!! (Señaló con sus garras a la pared de la derecha)
CHRIS: ¡YA LO HAS OIDO, MEL, VUELA LA PARED!
BOBBIE: ¡¡SÍ, VUÉLALO, VUÉLALO!!
Mel suspiró, intentando tranquilizarse, entonces apuntó a un punto fijo, a una pared del despacho, y la voló. Miles de escombros salieron disparados, y todos se taparon. Al rato, se escucharon los lloros de un bebé, y Mel pudo ver a su criatura.
MELINDA: ¡¡ESTÁ AHÍ, ESTÁ AHÍ!!
AERODEMONIO: ¡¡RÁPIDO, ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE!! (Volvió a arañar a Karen, pero ésta se concentró y pudo carbonizarla) ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!! (Se convirtió en cenizas)
Melinda tras pasar aquella pared, se acercó a Bianca, que estaba metida en una especie de incubadora, rompió el cristal y cogió al bebé, la abrazó con todas sus ganas. Y hubo un silencio, surgió la luz. Toda la ciudad de Chicago despertó con las luces. La noche volvía a ser iluminada. El deseo de Melinda a través de los poderes de Jared, había surtido efecto, un camino peligroso para encontrar el bebé, pero finalmente efectivo.
MELINDA (llorando): Lo siento... lo siento mucho. No volverá a pasar. ¡Te he echado tanto de menos! (la abrazó aún más fuerte)
Dos días después, de nuevo en plena noche, el P3 comenzaba una nueva semana, abarrotado de gente, atiborrado de clientela. Patricia, se encontraba en la barra, sustituyendo a su prima Melinda, mientras sonaba de fondo la canción la canción de Carly Rae Jepsen; “Call Me Maybe”.
PATRICIA: ¿Mierda? En el verano del 2012 no decías lo mismo
PHOEBE: En el verano del 2012 llevaba aún pañales... y no sabía hablar...
PATRICIA: Bueno, con estos días tan convulsos de demonios, brujas y empresas dictatoriales no da tiempo a llamar a ningún grupo de la actualidad para que tengan un concierto en condiciones. Así que he llamado a los recuerdos, y esto es lo primero que se me ha ocurrido; viejas glorias del 2012.
PHOEBE: Oye, pues tan mal no te está hiendo ¿eh?. Está a rebosar
PATRICIA: También cuenta que el P3 hacía tiempo que no se abría... Había mono de él.
PHOEBE: ¿Te vienes al sofá, como en los viejos tiempos, a tomar algo? ¡Deja a Catherine que esté en la barra!
PATRICIA: ¡Claro! ¡Catherine, tu turno! (llamó a una chica pelirroja y se dirigió a un amplio sofá)
En el sofá, estaban tomando unos refrescos Rachel, Henry, Dag, Bobbie y Eleanor. Phoebe y Patricia se sentaron con ellos
HENRY: ¿No tenéis otra canción? (preguntó con cara de pocos amigos)
PATRICIA: ¿Te pongo a Hillary Duff?
HENRY: No... gracias. No quiero vomitar recordando mis gustos de niño.
PATRICIA: Os quejáis, pero mira el P3 ¡¡Llenito, llenito!! (sonriendo). ¡Cuando lo vea Mel va a tener un orgasmo de felicidad!
DAG: Gracias humanos por sacarme de Red Swan. Pensaba que os olvidaríais de mí.
HENRY: Eso nunca.
ELEANOR: Yo también quería deciros algo, muchas gracias por todo, el salvarme, y vivir esa gran aventura en plena oscuridad por las calles de Chicago
PATRICIA: Bienvenida a nuestro día a día. Bueno, en aquella ocasión; “noche a noche”
BOBBIE: No entiendo las quejas. A mi me gusta la canción, es entretenida
RACHEL: Sí, a mi también. Nunca viene mal recordar viejos tiempos
HENRY: En eso tenéis razón. Mucha razón. (Se puso triste y miró al suelo)
RACHEL: ¿Qué?
HENRY: Nada... que la última vez que vine aquí estaba con Esther...
RACHEL: Henry, cariño, con la experiencia que tenemos debemos aprender que no podemos hundirnos con las pérdidas. Hay que proteger nuestros corazones.
PHOEBE: Lamentablemente en nuestras vidas eso es un hecho...
RACHEL: Venga, Henry. ¡Anímate! ¡Baila con tu hermana!
Henry se rió, y se dispuso a bailar, pero Melinda y Jared llegaron al sofá. Melinda llevaba a su bebé en brazos, mientras Bianca sonreía
MELINDA Y JARED: Buenas noches
HENRY: ¡Eh, mirad quien anda aquí!
ELEANOR: ¿Un bebé en una discoteca? (sorprendida) ¿Es otra de las cosas que tengo que aprender como bruja?
DAG: ¿El bebé ya es mayor de edad? (dijo confuso)
MELINDA (sonrío y respondió a Eleanor): No, solo tienes que aprender que yo soy la dueña, y soy quien decide quien entra y quien se queda afuera. No queremos separarnos de ella.
JARED: ¿Qué os contáis? ¿Quien está invocando a Satán con esa canción?
PATRICIA: Jaja... Ja. Yo.
BOBBIE: Somos unas incomprendidas (sonrío). A nosotras nos gusta.
Wyatt, Chris y Owen llegaron también al sofá, tumbándose
PHOEBE: ¡¡QUÉ SORPRESA!! (le besó) ¿Qué haces aquí?
OWEN: Vengo a pasar la noche con mi chica ¿Te molesta?
PHOEBE: ¡Sí, mucho! (dijo irónica)
MELINDA: ¿¡Por donde habéis entrado!?
CHRIS (susurró): Orbitando por el baño...
MELINDA: Cómo os pillen...
WYATT: ¡Tranquila, sabemos lo que hacemos!
HENRY: ¡Eh, Wyatt, de tu coche no te preocupes, lo he mandado al taller!
WYATT: Esperad, esperad, chicos. ¡Traemos buenas noticias!
JARED: ¿Más?
WYATT: Por fín los Ancianos nos han hecho caso, y bueno, han mandado unos cuantos Limpiadores por Chicago, ya sabéis, por si alguien nos pudo ver utilizando los poderes...
MELINDA: ¡Vaya por Dios, no me lo puedo creer!
CHRIS: Es como un trofeo, nosotros matamos a la Fuente, y ellos por un día nos hacen caso.
WYATT: Pero también traemos malas noticias. Karen y Nahia, como Nueva Fuente, no se están quedando con los brazos cruzados
RACHEL: Bueno, eso es algo hasta normal. Están locas.
WYATT: Nos han pedido los Ancianos que estemos más atentos a todo. El Mal está en todas partes.
MELINDA: ¿No saben nada de Prue?
OWEN: Absolutamente nada. Están preocupados.
MELINDA: Bueno, pues... brindemos por las grandes ausentes ¿no?
CHRIS: Sí. ¡Por Prue, para que sepamos qué fue de ella, y por Alice, para que gane esa lucha interna que tanto la está devorando!
TODOS: Por Prue, por Alice.
DAG: Por todos vosotros
Y todos brindaron, aprovechando sus pocos momentos para divertirse.
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